lunes, 3 de junio de 2013

Muertos de risa

Dirección: Alex de la Iglesia

Actores: Santiago Segura, Gran Wyoming, Alex Angulo

Género: Comedia negra

Duración:109 min

País: España

Año: 1999




Voy a comentar una película que posee detractores y defensores a partes iguales, yo me encuentro entre estos últimos: Muertos de risa.
Muertos de risa nos cuenta la historia de tres perdedores, envidiosos, resentidos y embusteros, cada uno a su manera.
José Luís Expósito, de nombre artístico Bruno (Wyoming) y Joaquín Molina, de nombre artístico Nino (Segura) son dos indivíduos de dudosa reputación que trabajan en una discoteca de pueblo decadente, sucia y mugrienta de la España de los 70. Nino es cantante y utiliza, como él dice, el repertorio de Nino Bravo a modo de homenaje, Bruno es un cara dura sin más, un superviviente.
Una noche, se encuentran en la discoteca unos legionarios de juerga, comandados por su sargento (Sancho Gracia), y ocurre un accidente con la cabra que los legionarios tienen como mascota. A raíz de este suceso, José Luís y Joaquín comienzan su andadura buscando trabajo, ya que pierden el que tienen en la discoteca.
Ambos deciden ir a Madrid y probar fortuna en el mundo del espectáculo, en un casting para el un dos tres del que salen mal parados. En este punto, entra en escena el que se convertirá en su mánager, Julián (Alex Angulo) y los convence de que tienen chispa, algo que los puede convertir en estrellas.
Poco a poco, de forma chapucera y ridícula, dan con la fórmula de su éxtito que va en aumento con el paso de los años. Pero al mismo tiempo, crece entre ellos la envídia, el rencor... hasta llegar a la noche de grabación del programa de noche vieja del 92, donde se lian a tiros el uno con el otro mientras se reprochan todo y el público, creyendo que forma parte del espctáculo, se parte de risa...
 
La película,a mi juício, es magistral. Va hilvanando una historia de odio a cada minuto y entre risas y risas, nos va arrastrando hacia la escena final que es presisamente la misma con la que comienza el film.
Comencemos por los personajes principales.
 
Santiago Segura borda el papel de bobalicón, reprimido,  imitador de Nino Bravo, con una timidez casi enfermiza que va acumulando ira con los años hasta desembocar en ese perturbado que tantas veces le hemos visto interpretar en sus cortos iniciales (Evilio, Perturbado, Evilio vuelve), y que ya todo le da igual.
 
Wyoming interpreta a un cara dura, embustero patológico y traidor con su propio compañero por el simple hecho de "putear", como el mismo personaje dice casi al final de la película. El personaje de Bruno le va como anillo al dedo a Wyoming, cuyo humor negro es para paladares muy selectos.
 
Alex Angulo... qué decir de él que ha hecho de todo y por el que siento una especial predilección... pues que borda el papel de Julián, el mánager de esos dos locos, que nos va contando la historia. Es otro embustero, otro mentiroso y liante que vive entre los platós de televisión sacándole el dinero a los incautos que confían en él. Julián percibe la chispa del duo protagonista y los convence para que se lancen a las carreteras, viajando por la España de la transición.
 
El plantel de secundarios, como suele ser, es de altura. destaco a nuestro querido Sancho Gracia y su corta intervención como sargento de la legión con la que recuerdo, en el cine, me partí de risa por la mala leche que suelta a cada paso y es que la escena de los legionarios, para mí, es muy especial.
 
Tenemos pues, un recorrido por la historia de España desde el setenta y dos en la que de que de una u otra manera nuestros protagonistas se ven envueltos pero por encima, de medio lado. Ejemplo es el día del 23F o las olimpliadas del 92. Pero donde más ahonda es en el mundo de la televisión de la época con incursiones en el Un, Dos, Tres, o el programa de Iñigo : Directísimo, pasando también por los inicios de los teatros de variedades de la época que recorrían pueblos y ciudades ofreciendo humoristas y chicas.
 
Como suele ser habitual en la mayoría de películas de Alex de la Iglesia, no hay un solo personaje que no sea retorcido, ruín, traidor y en definitiva bueno. Ninguno te despierta esa simpatía como para identificarte con él, te pueden hacer gracia o no, dependiendo del grado de humor negro que poseas, pero son todos iguales de interesados, van a lo suyo y se acabó, se asocian por interés y punto. El egoísmo los une y el egoísmo los destruye...
 
Roque Baños, habitual junto a Alex de la Iglesia, compone una partitura que no se puede ajustar mejor a las situaciones. Desde los créditos del principio te muetstra un paisaje circense, en apariencia alegre y divertido, pero que a medida que desarrolla la melodía se huele la tragedia y tristeza decadente que envuelve la vida de nuestros protagonistas, que aunque gozan de fama, dinero y mujeres (sólo Bruno) siempre están solos, sólos los dos... hasta el final, donde también están solos, cara a cara...
Acompaña a la partitura de Roque una serie de canciones de la época muy representativas tales como Me estoy volviendo loco de Azul y Negro.
 
Junto al recorrido por los setenta, ochenta y principios de los noventa con el que la música nos guía, actuando de cicerón temporal, hay un detalle que destaco que marca el paso del tiempo de forma exagerada y no me refiero a la ropa de los personajes, sino a sus peinados. Tomando com ejemplo al personaje de Julián (Alex Angulo) vemos como en los setenta, luce un pelo greñoso y desaliñado que va cambiando hasta llegar a la coleta de tío calvo tan de moda en los ochenta entre gente del mundo del espectáculo y la farandula, acabando con un estilo más de su tiempo en los noventa.
 
Para terminar, me gustaría destacar la similitud de esta película con Balada triste de trompeta del mismo director. Si en Muertos de risa el odio es palpable, en Balada triste de trompeta también lo es, pero siendo ésta última mucho mas sucia, retorcida y barroca que Muertos de risa, que goza de un humor negro sutil y despierto, mientras que Balada triste de trompeta es un zarandeo bestial al espectador. Ambas poseen el payaso triste y el payaso listo, pero con los de balada triste de trompeta no te ríes, con los de muertos de risa sí.
 
Muertos de risa junto a La comunidad, Crimen ferpecto y El día de la bestia son mis favoritas de este director, aunque he de destacar que toda su filmografía me gusta en mayor o menor medida.
Recomiendo el visonado de Mirindas asesinas...

Cuando la estrenaron la vi en un multicines que hoy en día también se encuentra cerrado, fui el viernes de estreno, 12 de marzo de 1999, a primera hora, para verla sin mucha gente... ha sido una de las películas con las que más me he reído...
 
 
"Sólo unos pocos llegan al tiovivo de la fama y para eso hay que trabajar como cabrones, desde abajo, haciendo tablas, currándose los chistes como si fueran diamantes... puliéndolos... hasta que quedan perfectos..."
 
 
 


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