viernes, 27 de junio de 2014

Eli Wallach

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuando una estrella del firmamento del celuloide se marcha hacia la eternidad, siempre nos deja un vacío extraño a los que nos apasiona el cine, máxime, cuando encarnó uno de los personajes más queridos de aquellas viejas películas que veía con mi padre cuando niño.
Esta mañana, mientras desayunaba viendo el telediario, como cada día, escuché que Eli Wallach se había ido para siempre...
Pensé en hacerle un homenaje en el blog, contando todo lo que sé sobre él, datos, fechas...pero, seguramente hay mejores lugares que contarán todo eso mucho mejor que yo y con más detalle, así que decidí que mi pequeño homenaje, humilde, pero con todo respetuoso hacia la persona que tantas y tantas veces me dejó con la boca abierta en su interpretación de Tuco, sería de otra forma.
 La primera vez que vi la película El bueno, el feo y el malo fue siendo un niño, el resto, se pueden contar más de veinte veces con total seguridad.
Corría el año 1984 cuando mis padres compraron nuestro primer vídeo, un Betamax que costó la friolera de 100.000 pesetas de las de entonces. Mi padre, cinéfago salvaje, no tardó en alquilar una película titulada El bueno, el feo y el malo.
Recuerdo que no me la dejó ver aquella noche, yo tendría unos diez años, porque decía que era un poco fuerte porque habían tiros y malos modos.
Me enfadé bastante, tanto que estuve dando la lata toda la mañana del domingo siguiente hasta que convencí a mi padre para que la viera de nuevo conmigo.
Recuerdo que me encantó el bueno, que odie al malo y que por el feo sentía una mezcla de simpatía y odio a partes iguales.
Recuerdo la banda sonora de la película que me encantó y se convirtió en la primera banda sonora que yo tarareaba constantemente, pues descubrí que mi padre tenía una cassette con cortes de música de películas del oeste y una de ellas era esta... pero no venía la del final...la del cementerio, como yo la llamaba...aquella parte me dejó con la boca tan abierta que aún hoy tengo agujetas...magistral...sublime...irrepetible.
Supe apreciar en aquel momento tantas cosas de la película que hoy en día me sorprendo al recordarlo.
Pasó mucho tiempo y un buen día, en una sala de cine en 2010, viendo los créditos de Wall Street el dinero nunca duerme, me sorprendió ver su nombre...había estado en pantalla y yo no lo había reconocido, interpretando al abuelo que habla sobre el crack del 29.
 
98 años...Dios... casi un siglo...
Ahora Eli ha cruzado las puertas del más allá y se ha hecho inmortal, pues cada vez que alguien visione una de sus películas, seguirá vivo.
 
"¡Eh, rubio!¿Sabes de quién eres hijo? ¡Eres un hijo del mil padres!"


lunes, 16 de junio de 2014

Empusa

Director: Paul Naschy
Actores :Paul Naschy, Antonio Mayans, María Jesús Solina, Saturnino García, Paco Racionero
Duración: 96 min
Género: Terror
País: España
Año: 2010




Cuando me enteré del rodaje de una nueva película de Paul Naschy, pensé en el tiempo en que este actor fue más reconocido fuera de nuestras fronteras que dentro, que sus películas fueron vilipendiadas por gran parte del público español, hasta que surgió un nutrido grupo de seguidores que, al fin, hicieron justicia al gran Jacinto Molina. Pensé que, Jacinto, haría una película muy en su estilo y que la opinión de muchos espectadores no sería agradable.
Pasó el tiempo y Empusa no salía. Problemas por todos lados, incluida la desaparición de nuestro querido Paul Naschy, hicieron que fuese tachada de película maldita.
Antes de verla, leí varios comentarios sobre ella y todos sin excepción la ponían "de grana y oro", pero me prometí no dejarme llevar y verla con la mente muy pero que muy abierta. Con las defensas totalmente bajadas, contando con que soy un fiel seguidor de Paul desde niño... Se lo debía... por tantos y tantos buenos ratos que pasé con sus pelis. Logré dar con el film y visionarlo y... vaya tela marinera.
El guión es planito, el montaje un tanto enredado, la musiquilla machacona que no para ni un instante y no te deja casi escuchar lo que dicen los personajes, el ambiente es de cuatro amiguetes rodando un fin de semana una peli y que el sol salga por Antequera...
Pues a pesar de todo eso, señores, he de decir que me ha gustado... un me ha gustado con matices, por supuesto y porque, quizá, yo he querido desde un principio que me gustase, incluso antes de verla, por lo que Paul Naschy representa para mí, desde mi infancia, desde que vi, recuerdo perfectamente, una película suya por primera vez: La noche de Walpurguis, que hizo que no pegara ojo y tantas y tantas, hechas con más corazón que medios. Me ha gustado porque es su última película, porque, desgraciadamente, ya no está entre nosotros y porque tuvo, permitidme la expresión, los cojones de hacer cine fantástico y de terror en un país y una época en que no se supo apreciar.
No quiero engañar a nadie, Empusa tirará para atrás a más de uno, pero a esa legión de incondicionales, entre los que presumo de encontrarme, les agradará.
Me ha gustado ver a Paul, sus monólogos, explicando, casi como si de un audio comentario para ciegos se tratase, todos y cada uno de los pasos que va dando, con humor amable, me han gustado los guiños a todo lo que el fantaterror representa, las alusiones continuas al Drácula de Stoker, la pinta de Naschy al final del film, de caza vampiros trasnochado  (en la película interpreta a un actor de cine de terror retirado y olvidado), el mar de Alicante y una tranquilidad y lentitud en el desarrollo que, al contrario de lo que suele pasar, me ha gustado, porque era como si pudiera disfrutar de la presencia de Naschy un poco más, como digo, sabiendo que jamás volveremos ya a verlo en un nuevo trabajo, agradecí su pastoso avance, en otra situación hubiera hecho que pasara de la película, por supuesto, y su pinta de film amateur.
La escena del cementerio con esos tres vampiros ridículos encabezados por Saturnino García, hizo que me riera de verdad, por su simpleza y buena intención.
El argumento es simple: Un par de abueletes, más cercanos ya de visitar un geriátrico que otra cosa, encuentran un brazo amputado en la playa. Lejos de hacer lo que cualquier persona normal haría que sería avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, deciden callarse y llevárselo a su casa para investigar. Aparecen más cadáveres en la playa y la investigación de nuestro querido protagonista avanza hasta dar con el origen y causa de todo: Las Empusas, una mezcla de vampira y sirena, ancestral, con la incursión de la que se conoce como la primera vampira del mundo; Lilith, cuya historia, dicho sea de paso, es fascinante.
Hay un momento de claro homenaje a una película mítica de Jonh Landis, Un hombre lobo americano en Londres (1981), que quien la haya visto, sabrá reconocer al instante.
Paul se mueve poco en el film, casi siempre está sentado, murió casi al mes de acabar la película, apenas camina y salvo un par de escenas en las que el fiero león que fue aún es capaz de rugir, todo transcurre de forma sosegada y serena, hasta el final. Se pueden apreciar sus tremendos brazos, legado de su época deportista, pese a su edad y enfermedad, su mirada firme, sus gestos, su estilo...
La película no engaña a nadie desde el cartel promocional, setentero total, y contiene escenas lésbicas propias del cine de aquella época, ¡AH! se me olvidaba... y tías buenas a punta pala con más de un destape.
En fin... que por encima de todo es una peli de Paul Naschy y que a mi con eso me sobra.
Para terminar, como colofón y rendir mi modesto, pequeño y sincero homenaje a uno de mis actores, preferidos, diré que la película se estrenó cuatro años después de su muerte...tal vez, dejando volar mi imaginación de seguidor incondicional, una señal de Paul Naschy desde el otro lado, un guiño desde la barca de Caronte con el que nos demuestra que nos puede hacer un regalo desde el más allá, que aunque él no se encuentre en el mundo de los vivos, aún puede verse una película suya en estreno, porque un monstruo del fantaterror como él, es capaz de engañar a la muerte para que lo podamos ver en pantalla...aunque puede que la propia muerte, haya querido tener con él una deferencia y dejarle volver a esa pantalla en la que ya siempre será inmortal... Sé que suena a gilipollez de las gordas, lo sé, pero...qué coño...fue el hombre lobo definitivo de mi infancia...
Gracias Paul...Gracias Jacinto...
"Ya me encargare yo de echar un bailecito con Satanás..."

La Segunda Oportunidad TVE










Mucho han cambiado las cosas desde aquel 1978 en que se comenzara a emitir la Segunda Oportunidad, un programa de seguridad vial pionero en muchos niveles. Al repasar esta serie de programas, con la finalidad de tener algo más frescas las escenas para poder realizar este comentario para el blog, me he dado cuenta de que a pesar de sus casi 40 años, los consejos son aplicables hoy en día. Han cambiado muchas cosas, principalmente dos de ellas: vehículos y estado de nuestras carreteras, pero otras continúan congeladas en el tiempo, en el pasado y en el presente: imprudencia y falta de conocimientos.
Respecto a las dos primeras, con sólo ver las imágenes de los coches ya nos transportamos a una España lejana en la infancia y juventud de muchos, las carreteras secundarias hoy, estrechísimas a nuestro actual tiempo, mal pavimentadas, parecen más caminos rurales que carreteras.
En referente a la imprudencia y falta de conocimientos cabe decir que hay que ser muy consciente de que lo que llevamos en las manos no es sólo un medio de transporte, sino la integridad física de los que nos acompañan tanto en el vehículo como en la vía, conociendo nuestro automóvil, sus limitaciones, para no sobrepasarlas nunca, que no sea un meter la llave y salir pitando, sin saber cómo funciona, cómo se mueve y su por qué. Conocer los aspectos básicos de nuestro vehículo nos ayudará a entender mucho mejor su funcionamiento y respuesta en una situación imprevista.
Muchos de los amantes de los clásicos populares, como se conoce a los vehículos que aparecen en esta serie, estarán de acuerdo conmigo en que los coches de hoy no gozan de esa personalidad que poseían aquellos. Basta poner atención a algo muy simple como es el sonido de ese Renault 8 ( bajando por una carretera de montaña en el capítulo que nos muestra los efectos de un frenado prolongado y potente sobre las pastillas de freno) en el capítulo titulado Bajada en Puerto. Como decimos los apasionados de estos cacharros, "suena a coche", rugir de motor, engranaje de marchas al reducir en un tiempo en el que el piloto controlaba todos y cada uno de los movimientos del coche sin ayudas de direcciones asistidas, ABS ni nada que se le parezca, a pleno pulmón. Conducir hoy en día uno de estos coches es más cansado, por supuesto, pero muy divertido, sobre todo si es un "todo atrás" como se conoce a los que disponían de motor trasero.
Paco Costas, periodista y aficionado al mundo del motor, presentaba los capítulos y exponía las consecuencias de una conducción imprudente, antes de que viésemos el talegazo que daban los coches y posteriormente, la segunda oportunidad de que gozaban, para terminar haciendo las cosas bien y observar cómo se puede salir de una situación imprevista, de forma airosa, insisto, haciendo las cosas bien.
La serie constaba de 24 capítulos de escasos diez minutos de duración y comenzaba con un lujoso Jaguar a "to trapo" que se estampaba contra una enorme piedra dispuesta en mitad de la carretera... siempre me pregunté quién la habría puesto ahí.
El artífice de tanto leñazo fue Alain Petit y su equipo con el que me quedé con la boca abierta en el capítulo de presentación, al ver un Seat 1500 literalmente volando por los aires envuelto en llamas para aterrizar sobre una fila de coches dispuestos.
Sin efectos digitales, por supuesto, los piñazos eran reales, espectaculares, a cámara lenta se ven saltar los cristales en mil pedazos y os aseguro que cuando vas con tu coche, recuerdas los consejos de Paco Costas.
Yo pude ver esta serie en su primera emisión, ha sido repuesta varias veces. Los coches y los motores me apasionan desde muy pero que muy niño y conservo en mi lejana memoria infantil el hecho de ver la Segunda Oportunidad cada semana, porque lo que a mí me gustaba era ver los coches estrellarse y hacerse papilla.
Con medios limitados, mucha ilusión y ganas de hacer bien las cosas, TVE hizo a finales de los 70 que muchos conductores se tomaran más en serio la conducción, ofreciendo espectáculo a la vez que enseña hace un servicio...Tomen nota, señores de las televisiones actuales... A mi juicio, este vetusto programa le da caña a muchos de los espacios de coches que hay hoy, salvando las distancias, por supuesto. A los que lo conocéis os pregunto...¿Os imagináis una "Segunda Oportunidad" rodada con los coches y los medios de hoy en día? Sería alucinante...
Ya lo he dicho en más de una ocasión y no me cansaré de repetir que antes, con un par de canales, te divertías, aprendías y te hacía ilusión que llegase tal día porque emitían tu programa favorito... hoy lo que se estila en la pequeña pantalla es la audiencia sin importar los medios, aunque sea a costa de la calidad.
Por fortuna, internet permite rescatar programas como este en los que podemos ver despeñarse una autobús por un monte, un dos caballos desarmarse bajando unas escaleras antes de que una excavadora lo machaque, un Renault 8 chocar contra un Simca 1000 antes de que un Pegaso lo reviente, un 124 dando vueltas al frenar a fondo en curva con el piso mojado, un 127 derrapando en carreteras de tierra... Gracias Paco...gracias Alain...

"El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra... de todas formas qué bueno sería contar en ocasiones con una Segunda Oportunidad"

jueves, 5 de junio de 2014

Apolo 18

Director: Gonzalo López Gallego
 Actores: Warren Christie, Lloyd Owen, Ryan Robbins
 Duración: 88 min
 Género: Terror/Falso Documental
País: EEUU
Año: 2011


Había leído bastantes críticas sobre esta película y la verdad es que había para todos los gustos y lo cierto es que me hicieron dudar cuando tuve el BR en las manos si comprarlo o no. Algo me decía que me iba a encantar y me arriesgué.
Se trata de un falso documental con imágenes supuestamente recuperadas del viaje del Apolo 18 en el que se desarrollan una serie de acontecimientos que sellarán la vuelta a la Luna de la humanidad, no revelaré qué ocurre, por supuesto.
Las imágenes son las típicas de este tipo de filmes, es decir, son de mala calidad a propósito y en este caso, se agradece, porque a los que el tema del espacio nos apasiona, sabemos que así son las grabaciones que de aquellos años se tiene de los viajes a la Luna, lo que confiere un aspecto documental tremendo, todo un acierto, sin duda. Movimiento de cámara a todo trapo, algo completamente normal puesto que las cámaras están dispuestas en el casco de los astronautas, pero que nadie desespere, pues se ve lo que se tiene que ver perfectamente, ni más ni menos y con total claridad.
El interior de la nave se me antojó bastante realista, claustrofóbico, frío, muy bien recreado.
Hará unos años, pude asistir a una exposición sobre objetos reales de la NASA entre los que se encontraban cuadros de mandos e incluso una cabina y puedo decir que se asemeja mucho la realidad a los ambientes recreados en la película.
Sólo puedo decir en contra que la trama se ve venir, para los que estamos experimentados ya en mil y una batallas en las lindes del celuloide, ya con la carátula en la mano intuía por donde iban los tiros y acerté. Suele decirse que hoy en día está todo inventado y que lo que cambia es la forma de contar la historia. Pues bien, a mí, me gusta esta forma de contarla y aconsejo a todo aquel que viera Europa One, Moon, la bruja de Blair y un sin fin del mismo estilo, que no se la pierda. Es un film modesto, pero muy bien hecho, no pedidle nada y os dará todo. Si no se entra exigiéndole lo que no puede dar, pasareis un rato agradable con una película que me resultó una bocanada de aire No fresco pero tampoco viciado y sí agradable.
Resumiendo... puesta en escena estupenda, actores creíbles, buena dirección y ambientación soberbia. Me ha gustado al mismo nivel que me ha sorprendido. Joder...si parece que están en la Luna de verdad.
"¡Aquí fuera hay algo!"