sábado, 22 de febrero de 2014

ZX Spectrum... Aquella máquina maravillosa



 Siempre recordaré la primera vez que vi un Spectrum. Fue en casa de un amigo del colegio.
No recuerdo muy bien qué época del año era, aunque no hacía ni frío ni calor, o tal vez, mi memoria, en un esfuerzo de mejorar aún más el recuerdo de aquel instante, para hacerlo más agradable, ha eliminado el frío, si era invierno, o el sofocante calor, si era verano, y lo ha dejado en una primavera perpetua y ficticia...
Corría el año 1983 y aquel chaval estaba como loco con ese pequeño    cacharro de teclas de goma, jugando a un juego llamado Underwurlde.


Yo no soy capaz, con mi torpe vocabulario, de describir lo que sentí en aquel instante, pero desde luego sí fue un amor a primera vista, porque desde aquel día, no paré de dar la matraca en casa hasta que me compraron uno, pero eso lo contaré más adelante.
Cada tarde, tras las interminables clases, aquel chaval y yo conectábamos el Spectrum a un cassette Sanyo y jugábamos al Underwurlde, al Jet Pac, al Psss, al Cookie... y en definitiva, salvo el primero de ellos, a los que venían de regalo con el ordenador de 48K.

La televisión era en blanco y negro, el mando creo que se llamaba "Gran Capitán", que yo no sé si era bueno o malo, pero que arrancamos la palanca de su base, jugando al Jet Pac sí que me acuerdo... y fin del mando, hasta que apareció el fabuloso Quick Shot 2 y aquello era irrompible.

Aquella tarde era verano, lo sé porque recuerdo que nos caían unos chorreones de sudor mientras intentábamos cargar una y otra vez sin éxito un juego de cuyo nombre no puedo acordarme y eso que la cinta era original, así que decidimos recurrir de nuevo al Underwurlde. Recuerdo que la madre de mi amigo entró al cuarto con un par de vasos de ColaCao fresquitos y nos dijo: "aquí huele a cable quemado"... Pasamos de su advertencia por un tubo y continuamos jugando, viendo como el personaje se despatarraba por simas de infarto, rebotando hasta caer en los mas oscuros infiernos mientras nos partíamos de risa... hasta que sucedió lo inevitable...creo que la palabra correcta que mejor define lo que le pasó a aquel pobre Spectrum es "achicharrar": lo achicharramos... porque decir que se quemó, que un circuito se fastidió por el calor, no recoge el grado correcto... lo achicharramos...
Y nos encontramos sin nada que hacer, deambulábamos por la calle como un par de idiotas, jugando a la pelota, pero sin ganas...Fuimos de los primeros en cambiar los juegos de la calle por la tecnología, nos aburríamos... hasta hicimos el tremendo esfuerzo de desempolvar las bicicletas y liarnos a pedalear por el barrio, volvimos a encontrarnos con los amigos, hasta que un día, sonó el góndola que tenían mis padres en el salón y mi amigo me dijo que ya estaba arreglado el Spectrum.
Tomamos precauciones para que no se volviera a quemar: le pusimos el ventilador a él.
Aquel arreglo aguantó, no recuerdo que se averiase más aquel Spectrum, salvo por las teclas, lo que sí recuerdo es una de sus últimas imágenes, la pintura negra levantada hasta dejarlo en el color aluminio, gastado... hecho leña...

En 1984, vi en un escaparate de una tienda de mi barrio el que sería mío, un 48k y qué tabarra no le daría a mis padres aquel domingo que el lunes por la tarde fueron a comprar aquel ordenador, que ellos no sabían ni lo que era por mucho que yo lo explicara.
Lo conecto, le pongo un viejo cassette que había en mi casa y... no me cargaba ni un solo juego...eso sí, la cinta promocional de Horizontes, para aprender a poner a funcionar el Spectrum cargaba a las mil maravillas... por mí, la cinta Horizontes y sus consejos podían irse a freir espárragos.
El martes por la tarde fuimos de nuevo a la tienda y comentamos la terrible situación, cuyo remedio fue comprar un Computone y desde entonces, todo fue cuesta abajo. Todos los juegos cargaban, se recargaban una y otra vez. Como premio a la enorme dedicación y abnegado esfuerzo del Computone, una tarde que llovía a cántaros, al darle al botón para expulsar la cinta, se atrancó y en un alarde de suma sapiencia...le arrancamos la tapadera de un tirón... y así fue como mi primer Computone tuvo que ir a reanimación de críticos y mi padre lo chapuceó para que continuase tirando unos meses más, o años más, no lo recuerdo.
Cuando el Computone estiró la pata, fue enterrado en el cubo de la basura con honores de estado y sustituido por un aparatejo del que no recuerdo su marca pero que en la caja ponía que era especial para ordenadores. Aquel cassette era un maniático que me iba a volver loco: unas veces cargaba un juego y las diez veces posteriores no. Era un asco, una chatarra y encima me rompió una cinta en la que tenía mi juego de naves favorito: el Phoenix (Fénix "pa" los colegas). Aquel sábado firmó su sentencia de muerte y fuimos a por otro cassette... otro Computone... y aquel trasto inmundo acabó sus días rodando por casa de mano en mano hasta que un día lo desarmé para ver cómo era por dentro, se rompió, por supuesto, lo machaqué del todo, lo tiré y me hice un mini ventilador con aspas de papel con su motor enganchado a una pila de petaca.

El Spectrum, mientras tanto, ya había pasado por el quirófano con las dichosas teclas, los juegos se acumulaban... cintas y más cintas para acabar jugando al final, siempre a los mismos... y las teclas del Spectrum se fundieron por última vez.
No sabíamos dónde poder arreglarlo, el que lo hizo la primera vez había cerrado y el viejo amigo de teclas de goma languidecía acumulando horas de NO vuelo en el escritorio, hasta que un día, lo guardé en su caja y lo deposité en lo alto de mi armario, pues se rumoreaba por casa que si no servía que iría a la basura.
Meses después, mis padres me regalaron un 128k+2A y todo volvió a comenzar (descubrí un día que habían dado con el escondite del 48k y lo habían tirado con caja y todo). Aquella máquina era indestructible, la guardé cuando en 1998 adquirimos nuestro primer Pc y entregó la cuchara funcionando...

Hace unos días, haciendo limpieza en casa, me topé con él y todos sus componentes y lo enchufé pero mi buen amigo ha acusado el paso del tiempo y no funciona, las teclas no responden. He investigado un poco por internet y dicen que puede ser por causa del polvo, que si lo limpio bien por dentro, las conexiones, todo, lo mismo vuelve a funcionar... Ojalá, porque aún conservo una maleta llena de cintas con juegos. Hay emuladores, pero no es lo mismo. Por cierto, que el Quick Shot 2 que yo tenía desde el primer 48k, aún lo tengo... Vamos a ver si soy capaz de devolverlo a la vida de nuevo. No tengo ni idea de electrónica pero... ¿Quién dijo miedo? Si lo consigo, lo contaré por aquí.

Para terminar y como siempre pongo una frase en los comentarios que hago de las películas y esta historia tiene una frase muy buena, la pondré.
La pronunció mi tía el día 6 de enero de un 1985 perdido en los rincones de mi memoria sobre un primo mío que pidió un Spectrum a sus Majestades de Oriente:


"Si no se lo traen... revienta"

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