martes, 21 de enero de 2014

Stake Land

Director: Jim Mickle

Actores: Nick Damici, Connor Paolo, Danielle Harris

Género: Postapocalítica/road movie

País: EEUU

Año: 2010


En un futuro indeterminado, el mundo, una vez más, ha sucumbido al desastre.
Una plaga de vampiros azota nuestro planeta y los supervivientes, malviven como pueden entre las ruinas de la civilización.
Esta es la historia de un muchacho que tras quedar huérfano, se une a un cazador de vampiros, en un viaje plagado de peligros hacia un supuesto lugar donde aún no ha llegado la plaga llamado Nuevo Edén...

Lo diré sin rodeos y sé que más de uno se rasgará las vestiduras, porque, tras ver los numerosos comentarios de muchas personas que la habían visto antes que yo, tenía unas expectativas quizá demasiado altas para lo que Stake Land es capaz de proporcionar: me decepcionó.
La historia me gusta, la idea en sí, aunque vista ya una y mil veces en cualquier road movie, siento atracción por este tipo de situaciones en las que los protagonistas se enfrentan a un mundo agónico.
La película tiene a ratos tintes de road movie, ya mencionado, de western y de terror, sin llegar a decantarse plenamente por ninguno.
Los personajes son tan planos que no puedes empatizar con ninguno de ellos; no sabes ni de dónde vienen ni por qué hacen lo que hacen y llega un punto en el que ya ni te importa ni te acuerdas.
Los vampiros unos parecen zombies, otros son inteligentes pero ambos cumplen su función discretamente.

El film tiene un comienzo contundente que termina a golpe de martillo... un martillo que resuena  feroz sobre el pecho del vampiro que ha acabado con la familia del muchacho, incluido un bebe, en una escena que jamás formaría parte de un film de alto presupuesto por su crudeza, pero ese es precisamente uno de los puntos fuertes de Stake Land: su independencia.

Me gustó mucho el paisaje desolado, los bosques y una fotografía muy similar a la que se usó en The road, con un ambiente ceniciento, gris, decadente, agónico...
La historia es contada tomándose su tiempo en cada escena, sobre todo en las que no hay acción, haciendo hincapié en un mundo en el que el mayor problema no son precisamente los vampiros sino los de tu propia raza quienes, abrazados a la locura, se debaten entre intentar levantar la civilización de nuevo y los que pretenden establecer un nuevo orden con la religión y el fanatismo como base, pero como ya digo, no desarrolla nada de ello, tan sólo plantea las situaciones y se acabó, no profundiza y es una pena...
Tienes escenas muy destacables que no quiero desvelar por si alguien no la ha visto y decide hacerlo.

La banda sonora me sorprendió, a ratos suena melancólica y encaja con los paisajes desolados y el abandono en el que la humanidad se encuentra sumida.

El cartel es buenísimoy aunque presagia un baño de sangre, no es para tanto...

En resumen, lo que me pasó con esta película es que me esperaba mucho más. Habrá que darle una segunda oportunidad con una nueva revisión.


"Algún día aprenderás a no soñar"

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