jueves, 19 de diciembre de 2013

Europa One (Europa Report)

Director: Sebastián Cordero

Actores: Sharlto Copley, Daniel Wu, Christian Camargo

Género: Ciencia Ficción

País: EEUU

Año: 2013



Estrenada en iTunes, salió diréctamente a vídeo en España...¡Ah, claro! me olvidaba de que si no es un taquillazo aquí no se estrenan las pelis de este tipo...
De modo que he tenido que esperar y esperar y dar mil vueltas por inetrnet hasta poder conseguir una copia en DVD.
Para poder disfrutar de ella, esperé a que todo el mundo en casa se hubiera ido a dormir, enchufé los auriculares y pulsé play,,,
¿Por qué os cuento esto?
Bien sencillo, porque había leído en más de un lugar que era una película muy realista de lo que podría sea la llegada del hombre a otro mundo...
Si se tiene conocimientos aunque sean básicos de astronomía, lo cierto es que se disfruta desde un ángulo diferente, porque el que esté esperando un film de acción, con naves ultrapreparadas, tiros y mosntruos... mejor que se olvide.
La película es lo que es, es decir, una sucesión de grabaciones acaecidas durante el viaje a la luna Europa de Júpiter, con la intención de aterrizar en ella y buscar la posibilidad de la existencia de vida, un documental.
El realismo es superlativo, tanto del interior de la nave como los paseos por Europa, el cielo de Europa... con el magestuoso Júpiter.
No quiero contar mucho sobre su argumento para no destriparla lo más mínimo, sencillo, visto una y mil veces, pero narrado con garra, baste decir que es una de esas películas muy pero que muy especiales, para una minoría de espectadores a los que el hecho de que los acontecimientos se sucedan de forma lenta, al menos así es en apariencia, no les importe, porque es una autentica joya, esencia pura de buen cine rodado con pocos medios, seriedad en cada detalle, una película muy "científica".
Sólo una pega, por poner alguna, el final, en que nos saca del documental y nos recuerda que es una película, aunque en conjunto es muy satisfactorio, no sé, en mi humilde opinión se me antojó convencional. Desde mi punto de vista, lo que le impide que sea una película redonda es un final muy convencional.

Europa...un, hasta la fecha, desierto helado que gira alrededor de Júpiter... la soledad del espacio, donde nadie te puede hacer nada y donde te puede pasar de todo. Europa... la Nasa piensa que puede haber océanos bajo su helada superficie...Europa...llamada así en honor de una de las conquistas de Zeus...


"Con todo lo que queda aún por descubrir, qué importancia tiene una vida"

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Felices Fiestas

Casi está a punto de cumplirse un año de  mi primera publicación en sistema solitario y la verdad, tengo que decir que ha sido una experiencia muy gratificante.
Cuando comencé, contaba con que entrarían a ver mis comentarios mi círculo de amigos y poco más, pero cuán grande fue mi sorpresa al poder comprobar una y otra vez que las visitas se sucedían no sólo desde España, sino desde todos los rincones del mundo.
Poco a poco, el grupo de amigos ha ido creciendo y, aunque comparado con los blogs que poseen cientos y cientos de visitas al mes, 3100 puede parecer irrisorio en un año, para mí es una recompensa más que sobrada, la señal de que esto cuenta, para unos pocos, pero cuenta...
Nuestro querido Antón Ego publicó un artículo titulado "cinéfilo o cinéfago" en el que distinguía entre ver lo exquisito del cine o visionar compulsivamente todo lo que puedas.
A raíz de este primer año de vida del blog, me he dado cuenta de que siempre fui un cinéfago, tragando como un pavo todo lo que ponían en Noche de Lobos de Antena 3, Alucine en la 2, las películas de Schwarzenegger, Stallone, Van Damme, en el cine, de ciencia ficción, acción y sobre todo, terror, sin importarme la calidad, sólo que me entretuvieran.
Pero, tal vez, para llegar a ser cinéfilo, para poder sacar el máximo partido a las obras maestras del cine, para lograr distinguir la calidad de la mediocridad, haya que devorar cine, compulsivamente, y así, tener argumentos de juicio suficientes como para poder calificar un trabajo como menos bueno, que no malo, o superior. Toda película tiene algo aprovechable, aunque sólo sea un segundo, por deficiente que sea su conjunto, por eso digo siempre que para saber si una película te va a gustar o no, tienes que verla, porque cientos de veces fui al cine pensando que la que estaba en cartel era el no va más y salí decepcionado y otras, en que la cosa no prometía más que un rato pasable en el que tirar el dinero, disfruté como un loco.
El séptimo arte... la maravilla del cine, toda su parafernalia...comprar la entrada en taquilla, el ambigú con sus "precios más que populares", las cortinas que flanquean la entrada a la sala y el momento en que las luces se apagan y das el salto al interior de la pantalla y si encima la película es en un buen 3D, entonces ya ni hablamos...
El cine... asediado por la piratería y los precios, acorralado por la mediocridad de la mayoría de contenidos en estos tiempos en que sólo impera la tiranía de la taquilla, herido de muerte al ser considerado un bien cultural de lujo, sobrevive como puede, "día a día" como respondía Rambo al coronel Trauman en la trepidante homónima.
La sesión continúa y si hacemos un descanso, probaremos a desempolvar ese juego de mesa olvidado de tu infancia, o aquel libro que tan especial fue para ti, porque la vida es un cúmulo de recuerdos del pasado y un puñado de sueños para el futuro cuyo eslabón es el presente.
El año se acaba, en las calles huele a frío, a polvorón, a panderetas, a Gordo de Navidad, a Fin de Año y a nuevas ilusiones para el que viene. Todos nos hacemos un montón de promesas para el nuevo año: dejar de fumar, comer sano, apuntarse al gimnasio... yo, entre las que me propongo está continuar escribiendo aquí para todo el que quiera leer la opinión de un cinéfago, en nuestro pequeño rincón, en nuestro pequeño mundo...
¡Felices fiestas a todos!

lunes, 25 de noviembre de 2013

Una chica completamente viernes.

    Fue, se dice, una girl friday, una chica, ante todo periodista que, en una noche de luna nueva, en vez de casarse y aumentar la población mundial un par de años después, se quedó en la redacción del periódico siendo, como no podía ser de otra forma, una chica completamente viernes, mandando al carajo al abc de la felicidad conyugal. Ojo, porque en realidad fue, no una girl friday, chica-para-todo-asistenta, sino una chica completamente viernes. ¿Cómo, tan viernes? Sí, tan viernes. Puede ser periodista, heredera bohemia -nunca pija, qué poco viernes-, espía, buscavidas, aviadora o cualquier cosa que haga imprevisible, no ya los próximos días u horas; es que puede estar, dios sabe cómo, echando una siesta en el asiento trasero de tu coche y de repente, la primera vez que la ves, te pide que la lleves a casa de su tía en la costa más lejana o te pregunta dónde vives y allá va. La elipsis es su respuesta y la hiperactividad su descanso, puede que esté retozona cuando tengas prisa, o, es de lo más probable, se pare a preguntar mientras cuánto cuesta un gato, puede que algo peor...

    Un día, así, como un chispazo, te encuentras con una chica completamente viernes, y, casi seguro, no estás preparado para lo que se te viene encima, ¿qué hacer, cómo hacerlo y, sobre todo, qué te puedes esperar? Cuando la veas, deberás reconocerla enseguida con esta miniguía que escribió un poeta: tendrá cintura de reloj de arena y alma de película de Hawks. Ya estarás, como suele pasar, impreparado para, no ya estar a su altura, sino para saber a qué altura está y a cuál te hará subir. Has de saber que es rápida: acabará una frase cuando empiece la siguiente y cuando deje de hacer algo es porque hará otra cosa y la dejará mientras habla a velocidad de campeona de mecanografía cambiando de tema de actividad de peinado hablando de ti de ella ahora sí ahora no y...

    Será una chica completamente viernes, estarás, quizás siempre, impreparado, quizás te dé tiempo a estar preparado, puede que antes se haya ido, aunque fuese ella la que te buscó hasta el acoso, hasta el caos y hasta la locura completamente viernes. Ella es así, libre; estará contigo a su manera, puede que, durante el desayuno, te tire la tostada de un abrazo, y un día tras otro, tengas que prepararte dos o tres desayunos. Igual, hace la maleta, tira la llave encima de la cama, y, ¿dónde? y ¿por qué?, nunca vuelves a verla, porque, si se va, se fue, es demasiado lista para saber que, cuando se es una chica completamente viernes, los sábados llegan cuando el viernes ha terminado.

sábado, 16 de noviembre de 2013

The purgue (La noche de las bestias)

Director: James DeMonaco
 Actores :Ethan Hawke, Lena Headey
 Género: Thriler/ distópica
 País: EEUU
Año:  2013
En un futuro más bien cercano, el crimen, la violencia y el paro han sido prácticamente erradicados.
La sociedad sacia su sed de sangre durante una sola noche al año, la noche de la purga, durante la cual, todos los servicios de policía, bomberos y sanitarios son desactivados y el crimen, la violencia y el asesinato son legales...
Un argumento simple pero contundente.
Ante este planteamiento, uno se pone a pensar, antes de ver la película, que debe tratarse de un peliculón como la copa de un pino, pues goza de una idea turbadora, inquietante y desasosegante.
Cuando ves el tráiler, entonces ya, los amantes del género distópico, de mundos futuros enfermizos y sociedades retorcidas, empiezan a frotarse las manos con expresión de júbilo diciendo..."por fin una buena peli"
Pues siento decepcionar a todos, porque la película se queda en eso, en un planteamiento y nada más, no se profundiza en nada de lo que podría ser interesante, ni en ningún personaje, sólo en acciones absurdas y tiros a diestro y siniestro por que, a ver... ¿no es legal el crimen durante esas horas? Entonces, ¿por qué usan máscara? Pensemos que puede ser para que nadie los reconozca el resto del año y alguien prepare una purga contra ellos al año siguiente... pues sí, esa podría ser una razón válida... pero para lo que no encuentro respuesta es que para salir de caza en una noche así, se vaya vestida con un camisón, o con la ropa del colegio caro, o que te pongas una máscara y al acercarte a la casa te la quites, o que el novio de la chica se meta en la casa esa noche, justamente esa noche y ella no se percate que lo que quiere es cargarse al padre que no lo acepta como novio de su hija. Hombre... siempre se ha dicho que el amor es ciego, nunca que el amor fuese idiota... En fin...
Que me ha decepcionado horrores...
La casa es enorme, algo así como que para ir de un lado a otro tienes que pedir un taxi... incongruencias una tras otra.
¿Merece la pena verla?
Pues aunque parezca lo contrario y pese a lo que he dicho, sí, porque entretiene, pero sabiendo a lo que te enfrentas y no como yo me acerqué a ella, esperando una bocanada de aire fresco dentro de tanta bazofia que se pone en cartel en nuestros tiempos, pues volví a sentirme decepcionado y es una pena, porque los primeros veinte minutos prometen una barbaridad, muy buenos, aunque no profundizan.
Y como colofón a tanta estupidez, mencionar que el sistema de seguridad de la casa es una porquería, basta que enganchen una camioneta y te revienten lo que se suponen que son planchas de acero superultrareforzado. Para eso, mejor poner un par de ametralladoras de esas que salen en Aliens, el regreso y que disparan solas al movimiento de cualquier payaso con máscara o sin ella que se acerque a la casa y así se habrían ahorrado problemas, claro que de ese modo, no hubiera habido ni la película ni nada... tal vez hubiera sido mejor...
"Vamos a sobrevivir a esta noche y todo volverá a ir bien"

viernes, 15 de noviembre de 2013

Mi nombre es Ninguno

Director: Tonino Valerii

Actores: Henry Fonda, Terence Hill

Género: Spaghetti Western

País: Italia

Año: 1973



Esta es la historia de cómo un hombre se convierte en leyenda, de cómo desaparecer de escena por la puerta grande y en definitiva, de convertirse en inmortal...
El oeste se acaba y con él muere un estilo de vida propio, el del pistolero que sobrevive a base de pólvora, sangre y unos cuantos dólares. Los pueblos se convierten en ciudades y en 1899, de repente y como colofón al oeste americano, con la muerte del siglo XIX, un pistolero atraviesa las puertas de la historia, enfrentándose él solo a un ejército... y lo hace porque a un chalado admirador, se le ha metido en la cabeza.
Sergio Leone produjo esta pequeña joya del Spaghetti Western y su mano la puede observar cualquier seguidor suyo a lo largo del metraje, con largos planos, tomándose su tiempo, frases lapidarias, cortas, como balas ardientes que atraviesan todo a su paso, contundentes...
La pareja protagonista, a priori, puede parecer absurda y nada compenetrada: Henrry Fonda (nada más y nada menos) y Terence Hill. Pues bien... primera sorpresa: se complementan estupendamente, la seriedad de uno y las bien llevadas payasadas del otro se ajustan  como un guante, en un entorno polvoriento, sucio y lleno de forajidos estúpidos y caciques de pueblo muy listos para llevar sus fechorías en secreto "blanqueando oro".
La trama es la que sigue:
Un viejo pistolero (Fonda) desea abandonar América y comenzar una nueva vida lejos de la violencia y la muerte, pretendiendo tomar un barco que lo transporte a su retiro del revólver.
Pero se topa con el que es su mayor admirador (Hill) que de niño jugaba a ser él, dice llamarse Ninguno, con lo cual ya tenemos a un "hombre sin nombre", propio... muy propio...
No se sabe muy bien cuáles son las intenciones de Ninguno y la trama se va sucediendo a golpe de un reloj que suena frenético en algunas escenas, un reloj que llega a molestar pero que va marcando que el tiempo se acaba, que se termina el oeste y la oportunidad de salir por la puerta grande del mismo para uno y entrar por la misma puerta para el otro también.
A Ninguno le obsesiona una idea y es que Jack se enfrente nada más que a 150 forajidos a la vez y encima pretende que acabe él solo con todos ellos, para llenarlo de gloria, para perpetuar su leyenda y que su hazaña sea contada una y otra vez con el correr de los tiempos, hasta que su nombre sea un susurro en las noches frías de invierno al calor de una hoguera, bajo las estrellas...
Y lo mejor de todo, es que Ninguno consigue lo que pretende y de forma nada rocambolesca ni imposible, con un Jack ataviado con sus gafas para apuntar con más precisión, se carga a los 150...
No sé lo que pretendieron con esta película, pero, a mi juicio, les salió mejor de lo que en principio se pretendía, porque hay momentos que son alargados en demasía y otros dignos de elogio, resultando en conjunto una película muy recomendable, aunque Ninguno se parezca demasiado a Trinidad, aunque las escenas sean ya harto manidas y aunque no haya las peleas a mamporro limpio que uno espera. La escena en la que Ninguno guantea a un duro pistolero en un bar me recuerda mucho al enfrentamiento que tiene con Gato Salvaje en Le seguían llamando Trinidad de 1971, la escena del sombrero es calcada a la que en su día apareciera en La muerte tenía un precio, los pueblos del mismo color que el desértico paisaje y la banda sonora...
Mención a parte merece esta composición del gran E. Morricone...¡¡¡Qué pedazo de partitura!!! con algunos momentos en los que te hace querer levantarte del asiento y galopar detrás de los malos y otros cargados con un buen rollo tremendo, aunque, en ocasiones nos recuerde demasiado a otros trabajos suyos. Para escuchar y sentirse bien, porque es alegre y juguetona sin ser ridícula, no olvidemos que la película es una comedia disfrazada de western o ¿era un western disfrazado de comedia?
Con los elementos propios de la época Morricone compuso una de las bandas sonoras que recuerdo con más cariño, pues aún suena en mi memoria cuando la vi en un cine de verano, con los 150 galopando hacia Henrry Fonda que está magistral, soberbio, impresionante, imponente... a la altura del lo que su personaje representa.
Para mí, la banda sonora tiene momentos que eleva el film más allá de lo que las imágenes podrían por sí solas, cubriendo las carencias que puede tener con estilo y maestría propias del rey de las BSO de los western (y de todo lo que tocó).
Ninguno consigue su objetivo... saca a Jack del oeste, introduciéndolo en la historia, convirtiéndolo en leyenda y de paso, convirtiéndose él también en leyenda, en el nuevo Jack de los tiempos modernos que se avecinan, en el eslabón que encara el fin del viejo oeste y se presenta ante el nuevo siglo con tanta cara dura como ingenio...ideal para el sigo XX.
No os perdáis la escena en la que Terence Hill se zampa una manzana de una vez...


"Desperdiciamos días, meses y años y de pronto nos damos cuenta de que sólo faltan treinta segundos"

viernes, 18 de octubre de 2013

Armónica...

La música... compañera inseparable de imágenes en las que unas personas prestan su rostro para crear vidas ficticias que nos lleven lejos de la realidad de nuestro día a día, hacia lugares lejanos en el espacio o el tiempo, lejos de preocupaciones, de crisis eternas, de nuestros errores, de nuestros problemas...
La música... una caricia al alma o una bofetada a la misma según se requiera en la acción.
Hay compositores que están tocados por un halo divino, que logran sumergirte en los mundos recreados en las imágenes... Imagina esa escena del Titánic de Cameron en la que ella salta del bote salvavidas de nuevo a la muerte que supone quedarse en el transatlántico, sin que la mano de James Horner arropara la escena... os aseguro que muchas lágrimas de las que en su día vi en la sala no se habrían derramado...
Pero hoy no voy a referirme a ese tipo de cortes... hablaré de hasta la que hoy por hoy, a mis cortas luces, es la única partitura que recoge lo que podría ser el momento de la expiración, de la muerte...  con una maestría que te hace estremecer, que te llega a lo más profundo... dura... tremenda... insuperable.
Sólo la mente...no...la mente no... porque ese corte sale del alma, como casi toda su obra, del alma y para el alma...
Un jadeo pausado que se va apagando...lento...cada vez más lento...con el que la vida del personaje se escapa a través de un único instrumento de viento, un instrumento que forma parte de una venganza... una venganza de tiempos pausados, lenta, de miradas largas, duras, impasibles, impenetrables y decididas a continuar adelante, siempre adelante, hacia el fin de un tiempo que jadea sus últimas horas, como el vencido, como esa época que muere a golpe de martillo, de clavos de ferrocarril llevando el progreso a tierras baldías... hacia el fin de sí mismos, porque saben que están acabados, que su tiempo ha pasado, que son escoria de un pasado violento y sin ley pero que se resisten a abandonar porque no saben hacer otra cosa. El progreso está ahí, a la vuelta de la esquina, ya no queda sitio para ellos, ya no hay más tierra que cabalgar, porque ya sólo queda el mar...

"¿cuál de ellos Frank?... tú y yo tenemos más de uno"

La tragedia se va creando a lo largo del metraje, con un malo que siempre fue bueno, menos en esta película, donde resulta ser la mejor interpretación de todas, magistral...
Frank es el pasado y con él desaparece una parte de su época... una época violenta, de pólvora, dólares y muerte...
"...te arriesgas a no saberlo"

Ojos abiertos de incredulidad ante el instante final y un gesto del oponente con el que todo queda claro... es un fantasma del pasado que viene a saldar una cuenta pendiente... un fantasma con una armónica


"quizá mis armas le parezcan a usted muy simples, pero hacen agujeros lo bastante grandes para resolver los pequeños problemas"

El jadeo de la armónica va decreciendo, envuelto en polvo y sangre y pólvora y venganza...


"¿qué hacemos con este, Frank?
Ya que has pronunciado mi nombre..."

Una partitura única, para escuchar mientras los rayos del sol de un atardecer otoñal bañan tu rostro que evoca el oeste más lejano posible, el del celuloide...
Y esperan... y aguardan... quietos...un movimiento...un gesto...de pie... no pestañean, las miradas de los héroes, duros, sin miedo, no pestañean... eso es de débiles... aguardan...esperan... silencio...viento...polvo...pólvora...sangre...hasta que llegó su hora...


"tus amigos tienen una elevada tasa de mortalidad"



miércoles, 16 de octubre de 2013

Los viajeros de la noche


Director: Kathyn Biguelow

Actores: Lance Henrisken, Bill Paxton,, Adrian Pasdar

Género: Terror/ Road Movie

País: EEUU

Año: 1987


Si la memoria no me falla, creo que fue en el programa Alucine de TVE2 donde pude ver esta película por primera vez... Me impactó de tal forma que siempre que la he evocado al hablar de cine con algún colega cinéfilo, desde aquí mando un saludo a todos ellos, la he clasificado como un peliculón de vampiros diferente, impactante y genial.
Por diferentes motivos, no la volví a ver hasta hace poco, así que en mi memoria permanecía el recuerdo de una noche a solas en el salón de casa, con le volumen de la televisión de tubo casi al mínimo.
No hace mucho, me topé con una copia en VHS y por unos miserables céntimos de euro, hice tangible el recuerdo guardado y volví a verla en las mismas condiciones en que aquella película se veía en su tiempo: vídeo y televisor de rayos catódicos... Lo mejor de todo es que la copia se encontraba en perfectas condiciones.
Para el que se interese en ella, diré que está editada en DVD y que no debe resultar muy difícil encontrarla, pero yo prefiero el grano del VHS, depende de para qué pelis...esta es una de ellas, sin lugar a dudas un peliculón para comentar. Vamos allá...
Un chico conoce a una chica un tanto enigmática de la que se enamora. La chica resulta ser un vampiro que lo transforma. El grupo con el que la chica viaja accede a las presiones de esta para que no lo maten y lo acepten como otro integrante más, pero tiene que demostrar que es capaz de matar...
Lo primero que me llama la atención tras el visionado, es la similitud que tiene el personaje del chaval con el que interpretara Brad Pitt en Entrevista con el vampiro de Neil Jordan, es decir, su afán por respetar la vida humana, negándose a matar.
Otra cosa que me atrae es su aspecto de road movie, sucio, una especie de western con vampiros cuya violencia me recuerda a la de Grupo salvaje de Sam Peckinpah, 1969, oscuro... con personajes muy vistos ya, pero que enganchan, con situaciones rocambolescas y memorables como la del bar, de la que recuerdo que en su día Bill Paxton me dejó alucinado, violencia, sangre en su medida justa y cierto grado nostálgico entre los vampiros por el devenir del tiempo...
EL final de la película es un tanto "chapuzas" a mi modo de ver, ya que se parece un montón al de Terminator de James Cameron, la directora de esta película fue esposa del consagrado director, plantel de actores muy similar al de Aliens... como siempre digo, que cada cual saque sus propias conclusiones...
La forma en la que los dos jóvenes vuelven a la normalidad me parece ridícula, una ridiculez propia de los ochenta, donde la ingenuidad con la que se tomaba al espectador era manifiesta, pero con buena fe. Prefiero que me tomen por ingenuo en una película a que me tomen por tonto, como sucede en muchos films de los que actualmente se ponen en cartel...mejor dejarlo.
En resumen, una obra con tintes de grandeza que no llega a ser tal por un final ridiculillo, pero lo que sí estoy seguro es de que Los viajeros de la noche es una referencia en lo que al cine de vampiros de los ochenta se refiere. Que aprendan los vampiros de hoy, con tanta mansión y tanto lujo... en los ochenta no molaba nada ser vampiro, ya que el vampiro era una alimaña, un fugitivo, un asesino implacable...

"Paso por aquí una vez cada cincuenta años...Hágame una reserva"

The Vindicator



Director: Jean Claude Lord

Actores: David Mcllwraith, Teri Austin, Pam Grier

Género: Ciencia Ficción

Año: 1986

País: Canadá



Ahora que se encuentra próxima la vuelta de Robocop a la gran pantalla, quiero rescatar de mis viejos VHS, aunque también se encuentra editada en DVD, una película bastante discreta, cuyo argumento es casi calcado del Robocop de Verhoeven.
Hay que tener en cuenta que Robocop es del año 1987 y la película que nos ocupa es de 1986... demasiado cerca en el tiempo y argumentos similares... que cada cual saque sus propias conclusiones.
The vindicator es un film modesto muy pero que muy ochentero.
Nada más comenzar, en los títulos de crédito iniciales, nos encontramos con los mismos en verde "alien" y una musiquilla que te transportará a aquella sala de cine de tu barrio de la que tanto te acuerdas y que fue fagocitada hace tiempo por los multicines, en la que tantas pelis de este tipo proyectaron... una época en la que entrar al cine costaba 150 pesetas el día del espectador.
En los citados créditos, podemos leer que la criatura ha sido creada por los estudios de Stan Winston...casi nada, señores...garantía de calidad y es que es lo que menos cutre me parece, el robot o mejor dicho el cyborg, me gustó mucho, muy bien diseñado.
Os cuento la trama.
Dos investigadores de una misma empresa se enfrentan con resultado de muerte de uno de ellos. Sus restos serán utilizados para confeccionar un cyborg...
El cyborg se debate entre su parte humana y artificial, pero decide vengarse de los que lo asesinaron.

Y ese es el argumento. Simple, ¿verdad?

El film está entretenido, pero con un entretenido raspadito, raspadito, pues en ocasiones la película se hace demasiado lenta, sin ganas, sólo gusta cuando aparece el engendro que da cierto repelus, situaciones resueltas unas mejor que otras da como término un film que recomiendo ver en esos días en que uno no quiere más que pasar el rato sin que le coman la cabeza, con unas buenas palomitas y si te quedas medio sopa, tampoco pasa nada porque no te pierdes ni aun así.
La vi no hace mucho, es curioso, pero la cinta se conserva bastante bien a pesar de los años. En los días en que la alquilé en el video club, esta película me gustó bastante, hoy me resulta que no ha asimilado demasiado bien el paso del tiempo, aunque no ha dejado de ser digna la figura del robot, que ya lo quisieran muchas películas de hoy...

miércoles, 9 de octubre de 2013

Las brujas de Zugarramurdi

  Director: Álex de la Iglesia

Actores: Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carmen Maura, Terele Pávez

 Género: Comedia negra

 Nacionalidad: España

 Año: 2013


 Para todo aquel que sea seguidor de Álex de la Iglesia, le diré que vuelve a tener destellos de las que fueron sus grandes películas, por otro lado, el conjunto anda a golpes y unas veces es genial, de una fuerza tremenda y otras te quedas diciendo ¿pero esto a qué viene?, sobre todo el final, que no me gustó nada y menos aún su epílogo.

La película me recordó mucho a Abierto hasta el amanecer (Robert Rodríguez, 1995), además que me la recordó en muchos aspectos, como en que su segunda mitad ya no es tan buena como la primera, aunque la citada Abierto hasta el amanecer me parece mejor película en su conjunto que la de las brujas. Pero vamos por partes...

Comienzo espectacular, genial, apabullante, bestial y un larguísimo elenco de calificativos todos estupendos, porque así es. Disfruté mucho de la primera hora de la película, chistes de humor negro a mansalva, tiros, persecuciones de coches bastante potables (aún no se han superado, desde mi punto de vista, aquellas persecuciones de Perros callejeros de José Antonio de la Loma, 1977, en el cine español), pero a partir de la aparición de las que se supone deben ser las protagonistas del film, todo va cuesta abajo y sin frenos, salvando algunos momentos espeluznantes, como los ocurridos en el Wc de la taberna, genial.

Los actores... destaco a Mario Casas que está genial en su interpretación, Hugo Silva correcto sin más y con el que me partía de risa cada vez que abría la boca fue con Jaime Ordóñez, cuando se pone de parte de los atracadores me dio un ataque de risa que no podía parar. Las actrices... una pena que Carmen Maura no aparezca más y Terele Pávez sencillamente maravillosa, con ese personaje cargado de mala leche que tan bien sabe interpretar, da mal rollo cada vez que aparece en la taberna. De Carolina Bang sólo diré que su personaje no da para mucho y así queda reflejado, aunque de todos los personajes femeninos el que más me gustó fue el de la abuela.

Los decorados están bien, la casa de las brujas es muy decadente, al estilo de La comunidad, con algún que otro personaje grotesco pero muy en la línea de Álex.
Te ríes, te ríes te ríes y te vas dando cuenta de que el conjunto se está desmoronando y te acercas al metraje final, con un monstruo muy bien hecho pero para el que tampoco escribieron un buen papel... y es que esta pelicula falla estrepitosamente, siempre desde mi punto de vista, en el guión. Me dio la impresión de que empezaron currándoselo mucho y conforme se acercaban al final se cansan y lo acaban de cualquier manera, que no es que sea malo, sino que como en mi caso, seguidor a ultranza de Álex de la Iglesia, estoy muy bien acostumbrado a películas redondas y más en este género del que Álex es rey indiscutible en España. Me dejó con un sabor agridulce.

En conjunto es muy recomendable, si sabe uno como va a ir el viaje, los baches del final, muy buena primera hora, merece la pena, de verdad.
Una cosa que me dio mucho coraje fue el enfrentamiento final a lo Bola de Dragón... ufffff

Por último, un pequeño apunte más...el pueblo...la entrada del coche de nuestros protagonistas en el pueblo, cuando se encuentran con Carmen Maura...sus calles solitarias, sus luces...sus sombras...me gustó muchísimo... apenas son unos segundos, pero suficientes para recordar al que lo haya olvidado que Álex crea ambientes inquietantes de la nada.
Si pusieramos La comunidad a un lado y El día de la bestia a otro, pudiera ser que Las brujas de Zugarramurdi estuviera en medio.
Pero como la mejor manera de poder opinar de una película es verla, ya sabeis...los seguidores de Álex de la Iglesia no saldran dando saltos de alegría, pero no tendrán la sensación de haber tirado su dinero.


"A mí las brujas no me dan miedo... a mí lo que me dan miedo son los hijos de puta"

sábado, 5 de octubre de 2013

Los camioneros (serie TVE)

Dirección: Mario Camus

Actores: Sancho Gracia
Género: Drama/road movie
Duración: 13capítulos
País: España
Año: 1973-1974
En 1973, Televisión Española emitió una serie titulada Los camioneros que recogía las aventuras de Paco, un guaperas, duro y ligón interpretado por Sancho Gracia, papel que, por aquel tiempo, le venía como anillo al dedo.
La serie comienza con nuestro protagonista trabajando como mecánico en unos grandes talleres y decide optar a la plaza de conductor que ha quedado vacante en la empresa. Tras examinarse y dejar bien claro cómo las gasta, la serie pasa a mostrarnos lo que viene a ser, la vida de este camionero: carretera, kilómetros y aventuras...
No obtuvo esta serie el éxito esperado a pesar de que contó con la cuidada dirección de Mario Camus del que por nombrar alguna de sus grandes películas citaré La colmena (1982) y Los santos inocentes (1983).
Sancho Gracia está deslumbrante en su papel de camionero, se comía la pantalla cada vez que salía en escena y es que no pudieron elegir, en mi opinión, mejor actor para el papel. Paco (Sancho Gracia) se lanza a la carretera con la esperanza de poder ahorrar lo suficiente como para poder comprar su propio camión y ganar dinero de verdad, mientras su novia Loli, a la que no le hace mucha gracia la idea de ver cómo se pierde por esa España de los 70, lo espera.
La banda sonora de la serie es magistral, suena mientras observamos el funcionamiento interno de un motor, obra de Antón García Abril, alegre y juguetona, pero cargada de un halo de nostalgia que te transporta casi por arte de magia, a la cabina de un Pegaso de los setenta.
Es una road movie en toda regla pero con un marcado sentido de lo español.
Adentrémonos un poco en los detalles.
Empezaré por lo que más me gusta y lo que seguro hará que el que lea esto y le encanten los vehículos de aquella época, vuelva a visionarla: LOS CAMIONES.
Sí... con mayúscula, porque aquellos Pegaso tenían algo de lo que carecen todos y cada uno de los vehículos que circulan hoy en día: personalidad.
Los vemos subiendo cuestas, por caminos polvorientos, dehesas, bordeando la costa y atravesando pueblos perdidos que bien parecen detenidos en el tiempo, y grandes ciudades.
Sus formas, sus cuidadas líneas que se reían de palabras como "aerodinámico" o "coeficiente de penetración aerodinámica", rivalizan con sus colores llamativos, fuertes... el sonido tan característico para todo aquel que los escuchara ronronear al ralentí... y rugir con ferocidad animal al reducir marcha mientras subían una pronunciada cuesta... camiones rudos, para duros caminos, de mandos antediluvianos y enormes volantes, sin aire acondicionado, sin GPS...sólo el corazón y la fe del que los conducía por carreteras, llamémoslas así, de una España vieja que abría sus ojos a lo nuevo, hora tras hora... kilómetro a kilómetro...
La carga es variada, desde madera a pescado, como variados son los remolques que aparecen a lo largo de los capítulos, junto con los problemas propios de la profesión como son las averías, el sueño, la conducción con viento y las situaciones, en las que ante todo sobresale el compañerismo.
Por un lado tenemos el paisaje de una España en la que se muestra la mezcla de caminos de tierra con carreteras asfaltadas, donde los burros y los camiones cargan los materiales que construyen los cimientos de la nueva sociedad consumista que amanece. Pueblos de casas viejas, ruinosas, campos anaranjados, secos, pasos de montaña helados, solitarios... la vida del camionero es soledad... soledad y kilómetros...kilómetros y soledad...
Por otro lado, los bares... ese lugar de descanso en la jornada de trabajo, con un buen café o una buena comida casera compartida con los compañeros.
Los bares son tascas, nada de restaurantes de cinco tenedores, tabernas unas más sucias que otras, más oscuras que otras, de esas en las que al entrar te daba una bofetada a vinos varios en toda la cara que te tiraba para atrás, donde un puñado de tíos con boina calada hasta las cejas dejan su partida de dominó para mirarte de arriba abajo cuando entras. Raro es el episodio en que no aparece una comida o un café mientras el camión espera.
Tabaco a punta pala... en una época en la que fumar era cosa de hombres muy hombres, de camisas desabrochadas que mostraban un pecho lobo, símbolo de masculinidad, y es que el cigarro es el único compañero de Paco que no cambia a lo largo de la serie... tabaco, tabaco y más tabaco...el maldito tabaco... y es que siempre se ha dicho eso de "fumas más que un carretero".
Paco es un tipo ligón, duro, compañero y cumplidor con su oficio, ama su profesión y la libertad que comporta, a pesar de las penurias, a pesar de la dureza siempre sale airoso de las situaciones, unas más creíbles que otras, a las que se enfrenta a lo largo de los trece episodios de la serie.
Sancho Gracia es el camionero perfecto de voz rajada y dura, con su inseparable cigarrillo en los labios, dominando a esa bestia de varias toneladas desde el trono de la cabina de un Pegaso...
Yo no la vi cuando en 1973 la pasaron por la caja tonta, fue mucho más tarde, con la llegada de las series a los DVD. Recuerdo que en mi casa, mis padres en alguna que otra ocasión la nombraron y un día, la busqué, movido por mi afición a los vehículos conocidos hoy en día como clásicos populares. Me dio lo que esperaba y algo más. Trajo a mi mente recuerdos de mi infancia, subiendo al camión de mi padre, viajando con él por esas carreteras, caminos, tierra, polvo, pueblos, bares de carretera... todo. El sonido del motor, el olor a grasa, a gas-oil, fríos amaneceres, espectaculares entre montañas a través del cristal de un camión, campo, kilómetros, libertad...
Para el que nada tenga que ver con el mundo del transporte pesado, puede ser un testimonio estupendo de la España de los setenta, para los que han viajado a lomos de aquellos fabulosos colosos del motor, es una ventana a tus recuerdos...

"...ahora te vas a dar cuenta de lo que es el sueño agarrado al volante, de lo que es cambiar una rueda en la nieve con veinte, treinta o sesenta toneladas encima, de lo que es llevar un volumen de carga que sobrepase mucho la cabina y que el viento te lleve de un lado a otro de la carretera, de lo que es pasar por una ciudad y no poder mirarla, de lo que es hacer un buen trabajo por el gusto de hacerlo sin que nadie te vigile... y hacerlo bien... Sí, es muy dura esta profesión... pero abres la ventanilla... y entra el aire" 



domingo, 1 de septiembre de 2013

El último desafío

Dirección: Kim Ji-woon

Actores: Arnold Schwarzenegger, Eduardo Noriega
Género: Acción
Duración: 107 minutos
País: EEUU
Año: 2013

Cuando Arnold Schwarzenegger anunció que dejaba el mundo del cine para dedicarse a la política, me sentí traicionado. Uno de mis ídolos del celuloide dejaba un hueco que nadie podría tapar, aunque sus últimas películas no me hubiesen gustado, aunque estuviesen faltas de gancho, pero Arnie estaba ahí, y ahora, ya no estaría.

Pasó el tiempo y lo que fue aquello de "nunca digas, nunca, jamás" de nuevo tomó cuerpo y ya tenemos a nuestro Arnold otra vez en pantalla.
El tiempo pasa para todos, no sólo para nosotros, los espectadores, los antihéroes del día a día... para Conan, para Terminator, para Ben Richards, para Jack Slater y Jonh Matrix... el tiempo ha pasado... y nos ha dejado a Ray Owens.
Ray Owens es la suma de todos los tiros, explosiones, mandobles, hachazos, bombazos y frases lapidarias de toda la carrera de Arnold que, como no podía ser de otra forma, utilizando la autoparodia, nos recuerda aquella sensación de ver a nuestro héroe disparando a bocajarro a diestro y siniestro... pero yo he visto un trasfondo más allá: con humildad. La chulería de la que gozaban sus personajes, esos aires de "volveré", han dado paso a un personaje más real que me ha dejado muy buen sabor de boca y ha hecho que aquella pequeña falta que la marcha de Arnold dejó en mi mundo cinéfilo, quede cubierta de sobra, demostrando que a Schwarzenegger aún le quedan balas en la recámara.
"Es que está muy viejo" he oído decir... vale... ¿y?
El tiempo no pasa en valde para nadie, pero pienso que si se escogen bien los trabajos, se pueden realizar películas muy divertidas, véase Los mercenarios de Stallone, y la edad no tiene por qué empañar nada. Cierto es que ya no se podrán hacer determinadas locuras, pero los personajes de Arnol pueden envejecer junto a él en pantalla, haciéndose más humanos, algo que siempre eché en falta en ellos, muy invencibles...
Pero los años no han acabado con su contundencia, su rostro impenetrable, su pose de tío duro...
La crítica siempre lo vapuleó, nosotros siempre lo encumbramos, elevándolo a ese trono en que está sentado al final de su Cónan, el bárbaro, el único Cónan, el verdadero, el irrepetible Cónan...
 
No puedo ser, en este caso, objetivo con mis comentarios ni quiero serlo. Schwarzenegger para mí siempre fue una tarjeta directa a la evasión del mundo real, la llave a mundos marcianos, cimmerios, selvas y futuros apocalipticos que se resuelven en el presente.
Por todas aquellas horas de disfrute sentado en la butaca de un cine, por todos aquellos "está guapísima" refiriendome a sus pelis cuando me preguntaban, por todos aquellos viajes al kiosco en busca de la revista Fotogramas para leer el reportaje que venía de su nuevo desafío en pantalla... por tantas y tantas cosas, yo "volveré" al cine a ver sus pelís, porque sé que ahora no nos va a dar más que lo que queremos, tiros, mamporros, efectos especiales, acción, acción, acción... para que las nuevas generaciones sepan que tú fuiste el rey de tu propio reino, que tú eres la fuente de la que ellos (los héroes de acción de hoy)  manan, parafraseando a James Earl Jones en Cónan, el bárbaro...

La película es muy divertida, de pura acción, bastante correcta y efectiva. Es un Sólo ante el peligro salvaje y violento, es un western brutal y sangriento donde el gusto por los tiros se hace patente hasta en los ancianos del pueblo.
 
Los actores que acompañan a Arnold son conscientes de que él es la estrella y lo asumen, dejándolo brillar.
 
Schwarzenegger ha vuelto con un film correctísimo, muy entretenido y en cierta medida, noble, sin trampa ni cartón, cosnciente de sus deficiencias, de sus errores y nos transporta a un polvoriento pueblo fronterizo hacia el que se dirige un peligroso narcotraficante en su huída hacia la libertad.
 
Para los que no son fan de Arnold puedo decirles que si la acción les gusta, esta película los entretendrán sin más pretensiones.
Para los que somos sus incondicionales...sólo puedo decir...gracias por volver, Arnold... Tu cuenta con tus fans está saldada. Buena película tío... Gracias Arnie...
 
"Soy el sheriff"

viernes, 30 de agosto de 2013

Elysium


Dirección: Neill Blomkamp

Actores: Matt Damon, Jodie Foster, Sharlto Copley
Género: Ciencia Ficción/distópica
Duración: 109 minutos
País: EEUU
Año: 2013




Una de las películas de ciencia ficción o distópicas, como cada uno quiera llamarla, más esperadas del año.
En un futuro, la población se ha dividido en dos mitades tremendamente distantes: los muy ricos y los muy pobres. Los primeros son los habitantes de Elysium, una mega estación espacial donde no se conocen males como las enfermedades, donde el aire es limpio y todo es de color de rosa. Los segundos malviven como pueden entre los escombros y ruina de lo que antaño fue la tierra. En esa escombrera de vidas, se arrastra nuestro protagonista y su sueño de viajar algún día a Elysium.

Neill Blomkamp me sorprendió hasta límites insospechados con Distrito 9 y mi ilusión era ir a ver una película con al menos la tremenda fuerza que aquella tenía, o incluso mejor, porque en Elysium hay más pasta metida... Qué ignorante...

No es una mala película, me gustó, sólo que yo esperaba algo más, no sé, un trasfondo distinto, que se hiciera más hincapié en las diferencias sociales no quizá desde el punto de vista del planeta Tierra que es lo más fácil, sino desde Elysium. Crear un mundo devastado, agónico, sucio y decadente es algo que ya lo tenemos muy visto; en cambio, recear una sociedad, requiere un nivel de detalles y un trabajo loable para lograr que sea creíble y no resulte ridícula.

La película se sostiene bastante bien hasta casi la mitad del metraje, con una fabela mundial dotada de un realismo excepcional, donde nuestro protagonista deambula deseando ir algún día a Elysium, hasta que debido a un accidente, ir a Elysium se convierte en una necesidad si es que quiere conservar la vida, porque en Elysium, las enfermedades se pueden curar todas.

La trama está bien, los efectos especiales, como ya he mencionado antes, son realistas... esas naves o la vista de Elysium desde la tierra me gustaron mucho. La película tiene cierto toquecito de documental, pero ni por asomo como en Distrito 9; y es que, a mi juício, cuanto más dinero hay en una película, más prisionera la hace de él. Siendo Distrito 9 un film más modesto, tiene mucha más garra, fuerza e interés que Elysium. Por tanto, nos podríamos preguntar si Neill Blomkamp  se puso a sí mismo el listón demasiado alto con Distrito 9... sinceramente pienso que no, sólo que a este director hay darle quizá más tiempo y rienda suelta, porque donde falla Elysium es precisamente en su desarrollo final, en que se convierte en una peli de tiros con alguna que otra muerte absurda y fallos incomprensibles para este humilde espectador que después comentaré.

Los actores... Matt Damon está correcto, Jodie Foster es una autentica pena que su papel no tenga más matices porque lo poco que interviene lo borda con hilo dorado y Sharlto Copley en esta ocasión no me llegó a gustar, demasiado sobreactuado, un malo que no consiguió conectar.

Hay cosas que no entiendo, como por ejemplo que al protagonista lo doten con unos artilugios que le darán más fuerza y rapidez, implantándoselos en su cuerpo a base de taladros, tornillos y martillos y lo hicieran sin quitarle la camiseta, pues, a poco que se piense, incluso en medio de tiros y explosiones, pensé en que ese tío no se podría quitar la camiseta jamás porque las barras del aparato se lo impiden.
Otro detalle absurdo es que al malo le vuelan la cabeza y... lo recomponen, volviendo a la vida en Elysium, lo que hace que al final de la película te preguntes... ¿a él si lo resucitan y a los demás no pueden?
El cuento de la niña con el suricato y el hipopótamos me pareció ridículo, metido a calzador y no entendí muy bien su mensaje.
Y lo que peor veo, el peor defecto de guión es que no entiendo cómo una mega estación como Elysium no posee métodos de defensa propios, de tal manera que para librarse de las naves patera que se dirigen hacia ella, tienen que acudir a los servicios de un tío que se encuentra en la superficie de la tierra para que, con un par de cohetazos lanzados con un cacharro muy parecido al que Arnold Schwarzenegger usaba en Commando, los despachase en un santiamen.

Creo que el problema, en mi caso, con esta película es que me crearon unas espectativas alucinantes, con un trailer que mostraba lo que iba a ser un peliculón, con trasfondo como en Distrito 9, que aludía a la tremenda lacra del racismo de forma magistral. Pero no es así, no hay trasfondo más allá de una fina tela que se cae a los pocos minutos de comenzar el metraje, dejando, eso sí, una película de ciencia ficción /acción alucinante, trepidante y leñera para ver en pantalla grande y con los efectos de sonido al máximo.

Pese a su falta de profundidad, una pena, una pena enorme, porque tenía potencial de sobra, una buena película que hará que salgas del cine sin la sensación de haber tirado tu dinero al water, cosa que con las bazofias que nos suministran hoy en día en salas, es algo ya digno de mención.


"Dentro de cinco días morirá... Gracias por el servicio prestado"

lunes, 26 de agosto de 2013

Todo un viaje... de ida.

En un episodio de la serie de humor Dos hombres y medio, Charlie, que pasa por una mala época debido a sus deudas, y ya harto de estrecheces, le dice a su hermano, Alan, que renuncia a la pobreza. Alan le responde: <<A la pobreza no se renuncia>>.  Tampoco se renuncia a la discapacidad. De eso va este artículo.

Hay actores, que, aun siendo excelentes en su trabajo, me gustan especialmente en entrevistas, siempre interesantes. Es el caso de George Clooney y de Silvia Abascal, la autora del libro que voy a comentar: Todo un viaje (2013). Cuando comencé a escribir hace muchos años, me di cuenta de que, de forma natural, escribía como hablaba; cualquier escritor sabrá que esa naturalidad, por lo general, queda pobre en una hoja de papel o en la pantalla de un ordenador. En el caso de Silvia Abascal, tenía gran curiosidad, ya que ella siempre ha hablado de forma muy literaria, ¿cómo sería su libro? Pues, escribe igual que habla, lo que, en su caso, está fenomenal, no le hacía falta esforzarse por pulir el estilo.

Nos cuenta la autora que, el 2 de abril de 2011, formando parte del jurado del festival de Málaga, empezó a sentirse mal, siendo ingresada poco después para tratarle de un derrame cerebral. Un par de semanas después, la operan. Cuando despierta de la operación, se da cuenta de que no oye bien, y no sólo eso, sino que va perdiendo oído conforme pasan lo días. Le detectan una hipoacusia, es decir, una pérdida de oído que no llega a ser total, sino que tiene restos auditivos; en cambio, con una sordera profunda, apenas se oye o no se oye nada. También  le detectan acúfenos, sonidos endógenos que suelen ser constantes, incluso durmiendo. Como sufridor de ambas enfermedades, me sentí interesado por conocer la historia de una oyente, que, de repente, vive con los mismos síntomas, en mi caso, de nacimiento.

Como decía al principio, a la discapacidad no se renuncia. Pero… Silvia sí puede renunciar a ser hipoacúsica: al ser la causa un derrame puede mejorar con rehabilitación, y eso es ilusionante.  Podemos leer el progreso que va haciendo con la rehabilitación, cumpliendo el sueño de todo discapacitado, que es escapar de sus limitaciones, por feliz que se sea. Era uno de los motivos por los que me daba curiosidad el libro, esa sensación de viaje de ida, de adiós a la sordera. He de destacar la paz interior con la que reacciona la autora; poco dada a rendirse o a pensar en lo que ha perdido, lo vive como una experiencia enriquecedora. Conozco sordos felices y gente que lo tiene todo, amargada. En verdad las personas como Silvia Abascal tienen una extraordinaria resiliencia, es complicado verles hundidos. Son el tipo de persona que todos los que van a terapia o que se compran libros de autoayuda quieren ser. Pero con eso se nace, por  mucho que alguien negativo se esfuerce, negativo será por los restos, aunque algo se puede mejorar. La intención de la obra, es compartir la experiencia, contar los pasos que se dan hasta llegar al final  del viaje. Si bien no todo el mundo es tan valiente como la autora y puede no sentirse identificado, por la sensibilidad con que está contado dicho viaje, merece la pena leer el libro, tanto como ejemplo, como con envidia sana si es el caso. Hay que agradecer a Silvia su generosidad: no es fácil desnudarse así, pero, como ella misma cuenta, quiere dar apoyo a quien se encuentre en situación parecida, ya que nadie que sea oyente puede entender lo que se siente. Después de recuperar el  oído con muchas horas de rehabilitación, sufre de hiperacusia, es decir, oye demasiado bien, sintiendo grandes molestias con sonidos muy moderados, y no digamos fuertes. Si hay que elegir, ¿quién no elegiría oír demasiado, sabiendo además que se puede ir mejorando, mientras que la falta de oído no? Como anécdota, lo primero que oyó la autora cuando recuperó el oído fue una canción de Alejandro Sanz, cantante que detesto… menudo recuerdo me  hubiese quedado del primer sonido, ¡hubiese preferido una aspiradora o hasta una bocina!

Además de la hipoacusia, y después hiperacusia, Silvia sufre de acúfenos. Estos normalmente se dan cuando se tiene una pérdida auditiva, sea traumática o no, oyendo frecuencias que se tienen perdidas, pero que el cerebro quiere compensar, creando sonidos  que en verdad el oído afectado no puede captar. La autora oye alarmas y helicópteros a todo volumen, no me quiero imaginar lo cansino que será. Los míos son más suaves –parecidos al sonido de una caracola- de hecho, no los suelo recordar y pasan desapercibidos en mi mente, pero, cuando tengo estrés elevan el volumen, sin ser excesivos nunca. Curiosamente, al leer el libro y escribir este artículo, los tengo a plena potencia… ya se me pasarán cuando termine de escribir. En el libro se describen muy bien, aconsejo que lo lea quien quiera saber qué  se siente, o bien quien lo sufra y quiera sentirse acompañado. Aunque seguramente le suban de volumen mientras lee, merece la pena saber cómo se siente un ex oyente que lo vive por primera, un punto de vista interesante.


Quiero destacar el uso que Silvia le da a las terapias alternativas. Para los aspectos físicos y mentales, recurre a la medicina convencional. Al ser una persona muy espiritual, necesita, además de curarse, “sanar”, dejando el alma para los profesionales de lo espiritual. Siendo bastante escéptico con respecto a las terapias alternativas, me parece ejemplar cómo, si se tiene una sensibilidad especial, se compagina lo científico con lo espiritual, dejando a cada disciplina su espacio, dando preferencia, eso sí,  siempre a la ciencia. Los médicos a menudo son distantes y hasta displicentes, echando en los brazos de especialistas sospechosos a pacientes hartos de que no les escuchen. Nanni Moretti, en su genial film Caro diario, nos cuenta, en forma de diario filmado, su historia real… cómo iba de médico en médico, sin que ninguno acertara con su diagnóstico mientras se desesperaba y recurría a terapias alternativas, porque le daban, precisamente, un trato más humano que los médicos, ¿os suena? La frase final resume los problemas de comunicación médico-paciente, que todos hemos sufrido alguna vez: “Los médicos saben hablar pero no saben escuchar”.

viernes, 16 de agosto de 2013

Expediente Warren: The conjuring

Dirección: James Wan

Actores: Lili Tailor, Vera Farmiga, Patric Wilson
 
Género: Terror
 
Duración: 112 minutos
 
País: EEUU
 
Año: 2013
 
Hacía mucho tiempo que no salía del cine con la sensación de haber visto una buena película que bien valga los euros que cobran en taquilla por entrar.
Esta película es un toque de atención para todos aquellos/as que piensan que el terror son vampiros de blanco inmaculado, guaperas y torturados por su existencia, que esperan que una tía buena los salve de su inmortal destino condenado a la soledad. TERROR... con mayúsculas y sin que haya sangre o escenas repugnantes, terror del bueno, del de verdad, del clásico.
 
Expediente Warren es un film de casa encantada mezclado con posesiones que usa todos y cada uno de los tópicos del género como son sustos a mansalva, demonios indestructibles y situaciones vistas mil veces. Entonces... ¿dónde está su mérito?
Se suele decir que ya está todo inventado y que las historias que vemos, nos cuentan, leemos o escuchamos son las mismas historias de siempre pero contadas de diferente manera, narradas con el punto de vista propio de su autor. Pues esa es la mejor definición que se me ocurre para esta película y es que es una historia de casa encantada y posesiones contada con una maestría y unas formas que hacen que los tópicos e historias mil veces vistas en pantalla en este tipo de películas parezcan nuevas. Esa es su fuerza, ese es su poder...
 
La ambientación es perfecta, la fotografía muy buena y ello hace que te introduzcas de lleno en una historia llevada por unos personajes interpretados de forma creíble y contundente. Y es que esta película está realizada creyendo en lo que cuenta desde el principio, me refiero a que cree en lo que es y para lo que está hecha: una peli de miedo. Dicho de otra manera; se toma en serio a sí misma.
Escenas de mal rollo tiene unas cuantas y no me refiero a la típica escenita gore que te pone los pelos de punta por retorcida... nada de eso... mal rollo con cosas simples, cotidianas que todos hacemos a diario y en las que no reparamos: dormir es el mejor ejemplo que se me ocurre, cuando una de las niñas está durmiendo plácidamente en su cama y algo le da un tirón del pie y la despierta... o cuando la misma niña grita que hay alguien en la habitación y su hermana no ve a nadie...
Un juego tan simple como vendarse los ojos y buscar al resto de jugadores mientras estos nos van dando palmadas hizo que me removiera en mi butaca con facilidad, y es que cuando lo ves dices: eso se me podría haber ocurrido a mí... cierto... pero qué bien hecho y a la vez bien pensado... no... tal vez a mí no se me habría ocurrido...
Objetos cotidianos retorcidos de tal forma que un simple armario puede ocultar al mismísimo diablo justo al lado de donde tienes colgada la camiseta esa que tanto te gusta...
 
Expediente Warren te avisa , te prepara antes de meterte el susto, presentando la escena, al final de la cual, sabes que ocurrirá algo, tomándose su tiempo, rompiéndote los esquemas para que no sepas en qué punto ocurrirá...sabes que va a pasar... lo que no sabes es dónde.
 
Y ahora pasemos al argumento.
 
Una familia invierte todos sus ahorros para adquirir la casa de sus sueños.
Al principio todo son arreglos y trasiego arriba y abajo hasta que un buen día, comienzan a ocurrir fenómenos que van en progresivo y violento aumento hasta que la familia no puede más y acude a un matrimonio, los Warren, que se dedican a tratar asuntos paranormales... y ya está, es que es así de simple, sin más, nada más. Bueno, pues sólo con esto se crea un ambiente espeluznante que me atrapó desde el minuto uno de metraje.
 
Tuve la gran suerte, en este caso, de que no vi trailer alguno de la película. Alguien me comentó que la había visto y que era "un peliculón", así que no me reventaron ni una sola de las escenas. Sabía que era de casa encantada y con eso me bastó. Cuando vine del cine quise comprobar una cosa... puse el trailer y efectivamente, la mayoría de las mejores escenas de la película aparecen en él y es que hoy en día debe ser imposible que te vendan una película sin reventártela casi entera con el trailer.
 
 
"¿Quieres verle?... Cuando pare la música le verás en el espejo, detrás de ti"

lunes, 12 de agosto de 2013

Guerra Mundial Z



Los zombis están cambiando. Posiblemente, los adolescentes tendrán una imagen del zombi más dinámica, más física que la romeriana; en los últimos años, la horda zombi persigue en vez de esperar pacientemente que la comida llegue. Por mucho que se corra, en Guerra Mundial Z la suerte está echada, porque el no-muerto nunca se cansa, ni duda. Somos muchos los que preferimos al zombi lento, de casi nula inteligencia y actividad corporal bajo mínimos, pero la propuesta de Guerra Mundial Z (Word War Z, Marc Foster, 2013), al centrarse en el terror colectivo, en la nada de la multitud histérica, hace del zombi un enemigo del que no se puede escapar, y por ello mismo interesante, al no dar importancia al grupo de supervivientes sino a las masas que intentan huir sin tener escapatoria. De ahí que, en lugar de road movie, veamos más bien una, si se me permite la expresión, fly movie, pues, por tierra, la marabunta zombi es imparable, la única salvación está en el cielo… a veces.

La primera media hora, aproximadamente, nos va metiendo en la historia con dosis adecuadas de suspense, sin ver lo que ocurre, pero sabiendo que, como dice Gerry Lane (Brad Pitt), hay que moverse para sobrevivir, pararse es morir. Lástima del abuso del primer plano, que, unido al excesivo movimiento de cámara, llega a ser mareante. A ver cuándo pasa de moda la horrible moda de la cámara parkisoniana, que sin duda facilita la vida al director pero marea al resto de la humanidad. A medida que avanza el film, la cámara se va estabilizando, y empezamos a ver en qué se han gastado los casi doscientos millones de dólares, pasando de sugerir a apabullar. La parte de Israel es espectacular, especialmente la torre de cuerpos que forman los zombis para saltar los muros; sin duda, se ha convertido en  la imagen más representativa del film, y, por su fuerza icónica, en una escena que formará, casi seguro, parte de las secuencias clásicas del cine de… ¿de qué?, ¿de zombis?, ¿apocalíptico?, ¿terror? Para mí, tiene un poco de todo, aunque, a medida que avanza la historia, va entrando más en la dinámica del cine zombi, siendo las situaciones que se crean en el laboratorio survival casi romeriano, en el que la estrategia se vuelve más importante que el azar y la pura forma física. Es cine zombi, pero sin entrar apenas en cómo la pandemia ha cambiado la sociedad haciendo tabula rasa con la civilización, si bien pasa todo tan rápido que no da tiempo a asimilar los cambios, en eso es coherente el desarrollo del film, nada que reprochar.

Como amante de la ciencia, agradezco que no sea, esta vez, el culpable de la pandemia un mad doctor, una farmacéutica sin escrúpulos o una negligencia médica por jugar a ser dios. En Guerra Mundial Z, la ciencia es la solución y no el origen del apocalipsis, como en tantas superproducciones americanas. Bien sabido es lo conservadores que suelen ser los blockbusters; en este, se nota la mano de Brad Pitt como productor, en ningún momento se busca la moralina, el patrioterismo o la búsqueda de la fe ciega para conseguir el final feliz. Es una película honesta, que usa los tópicos con habilidad para hacernos pasar un buen/mal rato, sin adoctrinar ni culpabilizar al espectador que piensa de una determinada manera. Se quiere el espectador amortice su entrada y su tiempo. El caso opuesto, puede verse en El hombre de acero (Man of Steel, Zack Snyder, 2013), filme rabiosamente anticientífico: La frase en boca de la malvada kryptoniana “la evolución siempre gana” está colocada con toda la intención, entre otras muchas indirectas y directas contra la ciencia –y la razón- y a favor de la fe. También es un film que tiene muy presente la religión como catarsis, tanto por las analogías mesiánicas, las similitudes de Superman con Cristo, y en algunos planos que firmaría el Tea Party, como el del sacerdote orientando a un confuso superhéroe, que además, promete defender los intereses americanos al haber “nacido en Kansas”. Salí molesto y tenso del cine, con la sensación de haberme escapado de una secta, todo lo contrario que con Guerra Mundial Z, que me dejó buen rollo, el placer de un producto pensado para entretener, sin mayores pretensiones. No es que vea mal que un film quiera remover algo en el espectador o invitar a la reflexión, de hecho, el cine de autor es mi favorito. Pero, si se quiere hacer un producto palomitero y a la vez profundo, el director tiene que ser un excelente equilibrista, al alcance de pocos. Guerra Mundial Z no hará pensar ni removerá las entrañas a los espectadores, pero sí pasarán un buen rato con un film, coherente y bien montado, que no es poco después del culebrón que fue su rodaje. El final es algo cutre, más bien unos puntos suspensivos para invitarnos a la segunda parte que, esperemos, mantenga la coherencia y el estilo ameno y honesto de la primera.

Para terminar, a quien le guste el tema zombi, recomendar el libro, muy diferente al film, si bien tienen en común la perspectiva mundial de la guerra contra los no muertos, aunque el libro llega mucho más allá. Max Brooks ha dejado claro en un vídeo en youtube que su libro nada tiene que ver con el film, de hecho, su novela es para aficionados a los podridos de toda la vida, y posiblemente, al que le haya gustado la película, no le guste el libro, pero, nunca es tarde para cogerle cariño a los zombis. Nos recuerdan lo que podemos perder, y, por tanto, todo lo que tenemos. Entre todas las cosas, la mejor: estar vivos.


viernes, 9 de agosto de 2013

Guerra Mundial Z (World War Z)

Dirección: Marc Foster
Actores: Brad Pitt, Mireille Enos
Género: Apocalíptica,
Duración: 116 minutos
País: EEUU
Año: 2013



Guerra Mundial Z... supuestamente la adaptación al cine de la novela superventas de Max Brooks... y digo supuestamente porque el que escribe estas líneas, se leyó el libro de "pe" a "pa" nada más ver la luz en las librerías. Tengo una primera edición del formato grande y sobre ella debo decir que se lee con una facilidad tremenda, queriendo saber más a cada página, resistiéndote a dejar la lectura y en definitiva, manteniendo el interés y el suspense de principio a fin. Escrita con soltura y sencillez, nos narra cómo la humanidad se enfrentó al terrible azote de los zombies desde un punto concreto del tiempo: la guerra la ganan los humanos.

Dos similitudes de la película con el libro: la variedad de escenarios recorridos por un lado y el título por otro. El resto se parecen como una alpargata vieja a un autobús...

Los espectadores, se encontrarán con un producto de acción trepidante, ritmo endiablado y escenas de aplastante fuerza visual, lástima que casi todas ya estemos hartos de verlas durante meses en los trailers con los que nos han bombardeado, ausencia de escenas violentas o desagradables, propias del cine zombie...
Se ha hablado mucho de que es una película familiar y la verdad es que así es. Es la historia de una familia...que se enfrenta a una pandemia... una familia estupenda, rodeada de gente estupenda que no pierde la compostura aunque el mundo se esté yendo por el sumidero.

La película es de ¿zombies? y salvo un par de escenas en las que este frustrado espectador quería ver algo que le recordase a ese género, me sonó a un producto palomitero y ridículo dentro del género al que se ha querido acercar.

Como dice el refrán, "no se puede hacer una tortilla sin romper los huevos", así que no concibo una película de zombies sin su toque gore, que no pide uno Brain Dead (id. Peter Jackson,1992), señores... pero si deciden ustedes adaptar una novela de este tipo... habrá que mojarse en el tema.
El problema, sin duda, de esta película se encuentra en su mayor reclamo: su presupuesto astronómico. Ese es su lastre que la empuja a ser una producción en la que quepa cualquier espectador, porque está claro que si la película es violenta y llena de escenas fuertes, en lugar de ir toda la familia a verla agarraditos de la mano, irá sólo un miembro de la misma si es que va alguno, y así no se recupera la inversión ni se gana dinero.

Brad Pitt... como siempre correcto, alejándose poco a poco de aquellos papeles de guaperas que durante años protagonizó, encarna a un investigador de Naciones Unidas que busca el origen y cura de la enfermedad o lo que sea...
Poco puedo decir de él, ya que soy un fan incondicional desde Entrevista con el vampiro (id, Neil Jordan 1994) y Seven (id, David Fincher 1995) salvo que hace una actuación correcta sin dar más de lo que se le exige: un personaje casi plano que conecta el piloto automático y va pasando de la casilla A a la B y así hasta acabar.
Inmejorables son las escenas del muro... sí...sí... esas que todos habéis visto ya miles de veces y el niño agachado mientras los zombies esos que pasan tan deprisa que ni los ves, corren por todos lados.
Las escenas del centro de investigación me recordaron, en cierta forma, a los pasillos del bunque subterráneo por el que sufren los personajes de Romero en El día de los muertos (1985), salvando las distancias, claro está.
La banda sonora de Marco Beltrami mantiene el suspense y es correcta en las escenas de acción, eso sí, sin sorprender a nadie, cumple lo que le piden y punto. Ni más ni menos...

En definitiva, una película que está bien si no te gusta el cine de terror, para pasar un buen rato viendo en pantalla grande escenas increíbles con millones de zombies corriendo por todos lados. desde luego no se hace pesada y a mi juicio, tiene un ritmo correcto y divertido. Pero para los seguidores del cine de zombies... que cada cual saque sus propias conclusiones.
Yo, para recordar lo que era ese tipo de cine, al día siguiente tuve que enchufarme con ansia la anteriormente mencionada El día de los muertos de George A. Romero de 1985 y ya me quedé tranquilo.

"Cada ser humano que salvemos es uno menos que combatir"

jueves, 1 de agosto de 2013

SAUROM: VIDA












Hace un año o así, vagando una oscura y fría noche por los angostos rincones de internet, me topé con un grupo llamado Saurom y su disco VIDA del año 2012.
Escuché unas cuantas canciones y me cautivaron al momento, pues están dotadas de una belleza inusual, fuerza y pasión arropadas en melodías dulces y fiesteras, dentro de un disco rockero, no puede ser de otra forma, melódico y hermoso.

Consta de catorce temas y, aunque parezca mentira, todos gozan de una calidad excelente, a los que perfectamente se puede acercar cualquier persona a la que el rock no le atraiga en exceso, pero le guste la música en general.

Para aquellos que no conozcan nada de este grupo y que nadie piense que se trata de unos rockeros blandos o algo así, los invito a escuchar el que para mí es su mejor trabajo hasta la fecha: MARYAM, que comentaré en otra ocasión, en el que son duros a hierro.

Continuando con este VIDA... lleno de buenas vibraciones, de buen rollo y alegría, para nada oscuro o lúgubre, como suele ser habitual en este tipo de grupos, pero es que SAUROM son juglares del rock, señores de una tierra fantástica de leyendas, hadas y magia donde sus gaitas, flautas y demás instrumentos se convierten en vehículos que te transportarán a esos mundos de islas encantadas, bosques mágicos y armonía.

Como ya he dicho antes, todos los temas gozan de gran calidad, pero destaco varios por el buen rollo que transmiten: NOCHE DE HALLOWEEN, LA LEYENDA DE GAMBRINUS, CAMBIA EL MUNDO.

Si los escuchas por primera vez, será fácil que los compares con Mägo de Oz, pero no es así... no tienen nada que ver. A medida que los escuches una vez y otra te irás dando cuenta de que de eso nada, pues los temas de SAUROM son muy vitalistas, Mägo es más oscuro.
VIDA consigue animarte si estás de bajoncillo, tienes que llevar en las venas un poco de rock y si no lo llevas, tal vez este disco sea el primero que empiece a  insuflar en tu alma el gusto por un género al que hasta ahora no te habías acercado.
 
"Un día más se oye un suspiro...
Sé bienvenido al mundo real."

 (Vida: Cambia el mundo)

martes, 16 de julio de 2013

Desechos



Dirección: David Marqués

Actores: Fernado Tejero, Adriá Collado y Eric Francés
Género: Comedia
Duración: 92 minutos

País: España
Año:2010
Esta es la historia de dos amigos que comparten piso y que un buen día, por las tonterías de uno y la estupidez del otro, se quedan sin ingresos y deciden alquilar una habitación. El piso que habitan sólo dispone de dos habitaciones y en el comedor no se va a poner ninguna cama porque... ¿dóde vemos entonces la tele?
Total, que deciden alquilar como habitación nada más y nada menos que... un armario empotrado. Tras la visita de varios interesados, lo bueno es que al final hay uno que acepta y hasta le parece bien. Este personaje, interpretado por Tejero, es un colgao con más cara que espada que les propone un atraco...
Así de simple es el argumento de esta película.
Cuando la vi, en agosto de 2012, notemos que el film es de 2010, el último fin de semana que estuvo en cartel y no recuerdo si acaso fueron sólo dos, me sentí un privilegiado, a mi manera, pero un privilegiado, porque pocas veces va uno al cine y se topa con una película como esta, que te encanta, no sabes por qué y encima sabes que es de esas que con el tiempo podrás ser de los pocos que digan..."yo la vi en el cine", aunque nadie sepa ni de qué va. Cabe decir que en la sála sólo estábamos tres personas: un tío que se partía de risa como yo y un tercero que creo que se había dormido.
El ambiente del film es cutre, imagino que a conciencia, y es todo diálogos y monólogos a cual más loco y paranoico. Repleta de guiños cinéfilos , tiene la pinta de ser un corto rodado por una pandilla de amiguetes "cinefagos" que han decidido divertirse un fin de semana rodando lo primero que les pasase por la cabeza. En manos de otro elenco de actores, esto hubiera sido infumable, pero con  estos tres y arropados por unos secundarios que bordan sus escasos minutos de aparición, la cosa cambia.
Eso sí, tienes que tener un tipo de humor muy particular, reírte con las chorradas más gordas, a veces se notan un tanto forzados los diálogos, pero es ver a Fernado Tejero de "colgao, colgao, colgaísimo" y que encima se lo cree, sobreactuado... no podía parar de reír.
Rodada con una cámara digital de andar por casa y en apenas veinte días, Desechos es lo que su propio nombre indica, una película que recoge la vida de tres desgraciados que se rodean de desgraciados...
Y yo me pregunto... ¿acaso no hace falta cierta maestría para rodar casi todo el film en el interior de un piso y que llegues al final de la película sin casi darte cuenta?
Dejo el debate abierto sobre esta película para el que quiera comentar si le gustó o no, yo me apunto en el bando de los que sí.
El DVD viene con un corto titulado Tragos (1999) del mismo director, filmografías trailers y poco más, pero su cartel de estética ochentera le da un aspecto que te atrae.
Desechos completa la trilogóa que conforman Cualquiera (2001) y Aislados (2005).
Nunca creo haber reído tanto con una película que costase tan poco. Para buscadores de comedias diferentes, con chispa y llenas de guiños cinéfagos, en fin...
"...yo sólo me dedico al cine...a mí la televisión, aquí entre nosotros, me parece una puta mierda...para fracasaos..."
(buenísima esta frase... la pronuncia Fernado Tejero con Adriá Collado que vienen de Aquí no hay quien viva, serie de TELEVISIÓN con la que triunfaron en Antena 3...genial)