Dirección: F. Javier Gutiérrez
Actores: Víctor Clavijo, María Cordero, Eduard Fernández
Género: Apocalíptica
Duración: 93 minutos
País: España
Año:2008
Película apocalíptica española que cuenta cómo los habitantes de un pueblo perdido llamado la Laguna, reciben la noticia por televisión de que un meteorito hará impacto contra nuestro planeta en 82 horas. La violencia del choque, según la voz que escupe el viejo aparato de televisión del bar, donde nos encontramos con la típica estampa andaluza de una partida de dominó, destruirá toda esperanza de vida en la Tierra...
Impresionante película de la productora de Banderas con la que disfruté cada instante por multitud de aspectos, pero antes de empezar, hay que decir que fue la mejor película del Festival de Málaga de 2008.
Cuando la fui a verla, lo cierto es que no esperaba gran cosa, pero me resultaba curioso ver cómo se las apañarían para contar una historia en la que la espectacularidad del cine de EEUU arrasaba (y arrasa) todo a su paso.
Sin darme cuenta, con esta actitud, acudía con las defensas bajas y no sería muy difícil que me entretuviera con esta película, en el fondo, no pedía nada más, ni esperaba efectos ni nada.
Cuando salí del cine, en mi mente sólo daba vueltas una idea: me ha gustado más que Armageddon (Michael Bay, 1998).
El pueblo de la Laguna, tras recibir la impactante noticia de que en 82 horas el mundo entero se irá al carajo, se va desmoronando. Alex, un joven que vive con su madre y que se encuentra harto de todo, decide aguardar el fin escuchando música y emborrachándose, pero incluso cuando el mundo agoniza, la situación se retorcerá de tal forma que Alex no tendrá más remedio que intervenir.
A diferencia de las películas donde el mundo se acaba y lo que te proponen es pirotecnia y explosiones a raudales, dólares y más dólares en definitiva, me gustan las historias en que se presta más atención a los personajes, donde se centran más en la realidad, en cómo reaccionaría una persona normal frente a una catástrofe planetaria de la que no hay salida, donde se presta más atención a los sentimientos y al miedo, al entorno.
Las últimas dos películas que de este tipo me habían gustado son la citada Armagueddon y Deep Impact ( Mimi Leder, 1998). La primera con héroes, fabulosos efectos especiales y mucho humor, la segunda me gustó mucho más.
Suele ser común en este tipo de películas, que se use el argumento del fin del mundo entremezclado con otra historia más mundana, todo ello con mayor o menor fortuna.
En 3 días, la mezcla es tan increíble que me olvidé de que había ido al cine a ver una película apocalíptica, tal es la fuerza del film, tan inquietante es su atmófera. Pero que nadie piense que es una película oscura, con luz ténue donde las sombras y su misterio hacen que te sientas acorralado... para nada. Aquí es todo lo contrario... la luz, la claridad del día, los colores cálidos, el ambiente de verano en definitiva, un verano caluroso, con volumen... todo eso es lo que te hace sentir inquieto pero de una forma extraña. Para un andaluz, será fácil reconocer los campos, los colores, la tierra y el cielo que te seducen de tal forma que cuando te quieres dar cuenta, ya estás tan metido en el calor de ese verano y con el personaje que Eduard Fernández interpreta de manera tan brillante que del meteorito te acuerdas a ratos y ni te importa. Sólo al final de la película, cuando el metraje va tocando a su fin, la idea del fin del mundo retoma su posición y... los efectos especiales no desmerecen para nada cualquier película norteamericana.
Inmejorables son las escenas del campo, con esa J4 atravesando polvorientos caminos acompañados por interminables postes de luz de madera, los sonidos de las chicharras y es que te llega a transmitir ese calor tan propio de Andalucía... o los momentos en que Alex se encierra en la casa, de noche, mientras el pedófilo aguarda fuera, inquietante...
Comparándola con películas españolas más recientes y apocalípticas como Fin ( Jorge Torregrosa, 2012) y Los últimos días (Alex y David Pastor, 2013), en mi humilde opinión, 3 días le da mil vueltas tanto en fotografía, como en atmósfera y demás. Fin comienza muy bien, pero es como subirte a una escalera muy alta y bajarla de golpe a trompicones y a todo trapo, estrellándose al final. Los últimos días está algo mejor, pero tamboco consiguió mantener mi interés más allá de la mitad de la película.
3 días lo consigue en todo su metraje y aunque tiene bajones, no son tan pronunciados o no se notan tanto, pues mantiene el interés hasta el final.
Ojalá se hicieran en España más películas así, toda una obra maestra que muchos pueden descubrir en nuestro cine, donde no todo son productos de consumo taquillero fácil con adolescentes renegados, rebeldes o vaya usted a saber... Aún quedan y se fabrican perlas como esta.
"...el meteorito se dirige hacia la Tierra...el impacto final tendrá lugar dentro de ochenta y dos horas...no hay ninguna esperanza de vida tras el impacto..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario